sábado, 19 de abril de 2014

Francia - París

Tercera parte del viaje a Francia. París.
19 de abril de 2014: Tras una divertida y familiar comida en Gouaix, cogimos el tren con rumbo a París. El hotel elegido se encuentraba en el barrio latino, con buena comunicación con metro (y con RER aunque un poco más alejado). Se trata del Hôtel de France Quartier Latin, hotel correcto para nuestras pretensiones. Tras recolocar las maletas, cogemos el metro con destino a las Tullerías. Llegamos ya avanzada la tarde, pero todavía con suficiente luz para dar un agradable paseo por el parque desde el Louvre hasta la Plaza de la Concordia, con el obelisco.

Louvre
Arco del Triunfo de Carrusel
Jardín de las Tullerías
Plaza de la Concordia
Seguimos paseando recorriendo toda la Avenida de los Campos Elíseos, repleta de gente. Al final de dicha avenida se alza el Arco del Triunfo, con su tumba al soldado desconocido. 

Arco del Triunfo

Tras esperar una cola, conseguimos subir a lo más alto del arco, justo cuando ya el día estaba dando paso a la noche, dando un encanto especial a las vistas, ya de por sí asombrosas. De hecho, pudimos asistir a la iluminación de la torre Eiffel que, durante unos minutos cada hora, es distinta.

Iluminación de la Torre Eiffel

Vistas desde el Arco del Triunfo

Tras el descenso, decidimos ir a ver la Torre Eiffel más de cerca, acercándonos al Sena.

 
Torre Eiffel desde el Sena
Y ya decidimos irnos a descansar, para poder empezar pronto al día siguiente.

20 de abril de 2014: Al ser domingo, y además de vacaciones en gran parte de Europa, decidimos dejar las visitas más multitudinarias para otros días, y hoy empezamos el día por el Panteón, lo que en principio fue concebido como una Iglesia dedicada a Santa Genoveva y hoy día sirve de última morada de grandes ilustres franceses. La planta a nivel de calle está rodeada de grandes pinturas (y normalmente el péndulo de Foucault, pero lo habían desmontado porque cuelga de la cúpula, que estaba en reparación cuando fuimos). En la cripta se encuentran dos tumbas dedicadas a Rousseau y a Voltaire que destacan sobre el resto, muy sobrias. Aquí se encuentran personalidades como el matrimonio Curie o Victor Hugo, entre otros.

Entrada al Panteón

Muy cerca del Panteón se encuentra la Iglesia de Saint-Etienne-du-Mont.
Saint-Etienne-du-Mont

Continuando nuestro paseo, entramos en los Jardines de Luxemburgo, un parque con mucha vida, con asientos para tomar el sol, comer algo o simplemente descansar. En el parque se encuentra el Palacio de Luxemburgo.

Jardin y Palacio de Luxemburgo

Al salir del parque, camino del centro, visitamos dos iglesias, muy próximas entre sí. La primera la Iglesia de Saint-Sulpice. La segunda la Iglesia de Saint-Germain-des-Prés.

Saint-Sulpice

Saint Germain-des-Prés
Y ya se acercaba la hora de comer. París es muy caro para el bolsillo español, y estábamos precisamente en una de las zonas más caras, así que nos alejamos un poco buscando algún sitio (sin suerte) hasta que al final acabamos en una terraza con vistas al Loira muy cerca del Museo de Orsay, donde una tabla enorme de quesos, patés y embutidos franceses nos sirvieron de almuerzo, todo a un precio bastante asequible (donde se suelen aprovechar es con el precio de las bebidas). Con las fuerzas cargadas, continuamos el recorrido en dirección a la Sainte-Chapelle. Como curiosidad, en muchos de los puentes cercanos a la Isla de la Ciudad, se ha extendido la moda de colocar candados.

Puente
Una vez en destino, tras una media hora larga de espera, accedimos al interior de la Sainte-Chapelle, una verdadera belleza con sus inmensas vidrieras.


Sainte-Chapelle
En el mismo lugar donde se compra la entrada para la Sainte-Chapelle se puede adquirir la entrada para la Concergerie, la primera prisión de París, cuya visita recomiendo.

Tras la visita intentamos subir a la torre de Notre-Dame; pero, aunque cerraba a las 18:30, poco después de las 17:00 ya no te dejaban ponerte en la cola (sólo entran 20 personas cada 10 minutos), así que cambiamos de plan y decidimos visitarla sólo por fuera este día y seguir paseando por la Isla de Saint-Louis en dirección a la Plaza de la Bastilla. En dicha plaza ya no queda nada de la Bastilla, se supone que se puede ver la traza de por dónde iba, pero nosotros no la encontramos. En la plaza se alza La Columna de Juliette, monumento conmemorativo a los caídos durante la Revolución de 1830.


Columna de Juliette
Tras tomar un café en una de las terrazas (no recomendable, salió carísimo) nos dirigimos a la Plaza des Vosges. Esta plaza tiene mucha vida, con gente en el parque y músicos callejeros (con un gran nivel). También está el Hotel de Sully y la Casa de Victor Hugo (a las horas a las que fuimos ya había cerrado). En el paseo de vuelta pasamos por la de Iglesia Saint-Gervais y Saint-Protais. Y llegamos la Plaza del Ayuntamiento, donde el Hotel de Ville destaca sobremanera. Muy cerca se encuentra la Torre de Saint-Jacques. A continuación, intentamos entrar en la Iglesia de Saint-Eustache, pero tendríamos que dejarlo para otro día pues ya era muy tarde y estaba cerrada. 


Saint-Eustache
Y, por último en el día de hoy, visitamos el Palacio Real, pero no nos gustó demasiado, se veía bastante descuidado, sobre todo los alrededores.

21 de abril de 2014: Hoy bien prontito para intentar aprovechar el día estábamos en Sacre-Cour. Allí se puede acceder gratuitamente al interior, y también se puede comprar entradas para subir a la cúpula y bajar a la cripta. La subida a la cúpula la considero prescindible, porque no está muy  bien cuidada (muchísimas palomas y sus excrementos, pintadas, etc) y en cuanto a las vistas, aunque están bien, desde otro sitios son mejores. La cripta es algo curioso, porque esta iglesia se concibió como iglesia de peregrinación con lo que en la cripta se tiene una misma versión más austera de la entrada principal, llena de altares para poder celebrar varias misas a la vez. Es algo curioso, que por el poco precio que cuesta, se puede visitar. En el interior de la iglesia principal no se pueden hacer fotos.


Sacre-Cour
En este mismo barrio se encuentra el famoso Moulin-Rouge.


Moulin Rouge

Y con esto terminábamos en el barrio de MontMartre y cogíamos el metro para, esta vez sí, subir a la Torre de Notre-Dame. Eso sí, nos tocó esperar entorno a las dos horas de cola, pero creo que merece la pena subir, al menos una vez para contemplar tanto las vistas de la ciudad como las gárgolas, a cada cuál más original.


Gárgolas de Notre-Dame

Vistas desde la Torre de Notre-Dame

Y al bajar, otra cola de unos 20 minutos para visitar Notre-Dame por dentro. Nuestra opinión es que vale más por fuera que por dentro, porque aún siendo muy bonita creo que otras Iglesias de París aportan más. Y con esto, agotados por acumulación de los días, nos fuimos a media tarde al hotel a comer algo y a descansar.


22 de abril de 2014: Hoy también nos levántabamos pronto para estar antes de la hora de apertura de la Torre Eiffel. Se pueden comprar entradas por Internet pero se agotan con varios meses de antelación. Existen varias modalidades y para todas existe cola: para subir por escaleras, para subir en ascensor hasta el segundo piso o para subir al tercer y último nivel, que fue la opción que nosotros escogimos. Para eso, se ha de subir primero hasta el segundo nivel y luego cambiar de ascensor para subir a lo más alto. Las vistas desde allí son espectaculares. 


Vistas desde la Torre Eiffel

Tras las visitas a los tres niveles, nos encaminamos a los Campos de Marte, donde nos compramos unos bocadillos y los disfrutamos sentandos en el césped disfrutando del sol y de las vistas de la Torre Eiffel.


Torre Eiffel desde los Campos de Marte
Y de ahí, a los Inválidos. La entrada incluye la visita al Museo del Ejército, el cuál ya de por sí te puede llevar varias horas. Nosotros hicimos una rápida visita, pero es interesante. En el interior de los Inválidos se encuentra la tumba de Napoleón y de otras personalidades como José Bonaparte.


Inválidos
A la salida nos dirigimos hacia el Puente de Alejandro III, un precioso puente que destaca entre sus vecinos.

Detalle del Puente de Alejandro III
Era el turno de otra iglesia, en este caso la Iglesia de Sant-Roch y de ahí a la lujosa Plaza Vendome, llena de joyerías. Muy cerca se encuentra la Ópera Garnier.

Ópera Garnier

Tras un descanso aprovechando la lluvia que empezaba a ser intensa, nos dirigimos a ver la Iglesia de Saint-Eustache que nos había quedado pendiente (y disfrutando del arco iris). Y aprovechando que volvíamos a la zona visitamos la Fuente de los Inocentes, la fachada del Museo Pompidou y la plaza aledaña (Igor Stravinsky). También entramos en el centro comercial Les Halles, donde recogimos las entradas para el Louvre en el fnac (adquiridas el día anterior por Internet). De camino al hotel, destacamos la visita a la Plaza Saint-Michel y la Sorbona.

23 de abril de 2014: Hoy también iríamos a primera hora a visitar Versalles. Para ir la mejor opción es en el RER (un tren tipo cercanías), y de ahí se llega en unos 5 minutos andando. Se pueden comprar las entradas con antelación, pero si no lo hacéis un consejo es que alguien haga la cola para la compra de la entrada y otro la cola para entrar. En menos de veinte minutos ya estábamos visitando el palacio, con audioguía. Por muchos palacios que hayamos visitado, éste impresiona, por algo es el más grande de Europa. 

Versalles
En su interior, se recorren salas cada cuál más barroca, y destaca sobre todo la Sala de los Espejos.


Sala de los Espejos
Después de la visita al palacio principal, la entrada también incluye la visita a los Apartamentos de Mesdames.

Los jardínes se pueden visitar gratuitamente (los días que no hay espectáculo de "jardines musicales") y merecen dedicarles un buen paseo, adentrándose en sus pasillos. En el centro existe un lago donde se pueden alquilar barcas de remo. Una buena opción es comprar algo en los puestos y comerlo sentandos en el césped con los cisnes.

Con la entrada Passport se incluye la visita al Grand-Trianon y al Petit-Trianon. Son sólo 3 euros más y merece la pena. Lo que más nos gustó fue deambular por los jardínes del Petit-Trianon, que no son los típicos. Tienen hasta una pequeña granja.

Ya de vuelta en París, aprovechamos que el RER nos dejaba cerca para visitar el Jardín Des Plantes y la Mezquita, la cuál se puede visitar por dentro por 2 euros (salvo en la zona de oración). Muy cerca se encuentran también las Arenas de Lutecia, anfiteatro romano. Como curiosidad, en el barrio se encuentra el Instituto del Mundo Árabe con su fachada inteligente, donde las ventanas tienen un mecanismo automático de regulación de la entrada de luz, curioso de ver.


Instituto del Mundo Árabe
Al llegar al hotel y tras un descanso, salimos a cenar por el barrio latino, un barrio con mucha vida nocturna, recomendable.

24 de abril de 2014: Hoy dedicaríamos toda la mañana a la visita del Louvre. Este museo necesita varios días para poder visitarse en detalle, pero con una mañana larga (5-6 horas) puedes sacarle bastante provecho. Si ya se tiene entrada no es necesario esperar cola. Lo más conocido es La Gioconda, pero personalmente no es un cuadro que me entusiasme, además no te permiten verlo de cerca. Enfrente de este cuadro están Las Bodas de Caná que es realmente impresionante. Nos gustó mucho algunos pintores italianos que no conocíamos como Pannini o Arcimboldo.


Varias obras de Arcimboldo

Pannini: Galería de cuadros con vistas de la Roma Moderna

En el Louvre no sólo hay pinturas (francesas, españolas, italianas, etc) también son muy interesantes las colecciones: egipcias, griegas, etruscas, etc. En este apartado es muy concurrida la visita a la Venus de Milo pero a nosotros nos ha gustado mucho lo correspondiente al mundo egipcio, con impresionantes sarcófagos (nada que envidiar al Museo Británico de Londres).


Sarcófago de Ramsés III

 
Gran Esfinge de Tanis

También resulta muy interesante la visita al Foso Medieval, lo único que queda del Louvre medieval. Impresionante el Código de Hammurabi por lo que representa para la historia.


Muy bonita es también la Galerie D'Apollon.


Galerie D'Apollon
Y, por último, no se debería dejar el Louvre sin visitar los Apartamentos de Napoleón III.

Y con esto acababa nuestra visita a París, tocaba volver al hotel a recoger las maletas y de ahí a la estación de tren rumbo a Goauix, donde pasaríamos otra noche en la casa de unos familiares. Y al día siguiente, tocaba volver a conducir para conocer Normandia.

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