domingo, 27 de abril de 2014

Francia - Bretaña

Quinta parte del viaje a Francia - Bretaña.

27 de abril de 2014: El primer sitio que visitaríamos sería Cancale. Es un pueblo de ostreros, de lo que uno se da cuenta nada más visitar la plaza donde se encuentra la Iglesia de Saint-Meen.


Iglesia de Saint-Meen
Lo más interesante de Caen es la zona del puerto donde se encuentran puestos donde únicamente se venden ostras, de varios tipos.


Puesto de ostras - Cancale
En estos puestos puedes comprar ostras para comer en el momento, te las abren y te las preparan en un recipiente para llevar (con limón si se quiere). Aconsejamos probarlas porque no se parecen a las que se comen en España (de hecho a nosotros no nos gustaban y no pensábamos probarlas, pero nuestros familiares franceses nos animaron y al final nos alegramos).

Ostras listas para comer
Te sientas en el paseo, las degustas y dejas las conchas en el mar (según nos indicó la dependienta) y luego le devuelves el embase, el resto de limón y los cubiertos.

Tras pasar un rato muy auténtico nos dirigimos a Saint-Malo, donde el centro histórico se encuentra completamente amurallado. 

Muralla en Saint-Malo
En dicho centro se encuentra la Catedral de Saint-Vincent. Hoy tocaba el día gastronómico y nos sentamos en una cafetería a probar una crepe flambeada con Calvados, bebida típica de Normandia. Tras lo cual nos dirigimos al Fort National, un espectáculo cuando la mar está picada.


Fort National

El siguiente destino sería Dinan, otra ciudad amurallada. Al contrario que la anterior, es una ciudad más tranquila con unas callejuelas muy bonitas, merece la pena dar un paseo por ellas. E imprescindible subir a uno de los llamados Chemin de Ronde, para apreciar la ciudad y las murallas.


Chemin de Ronde

Vistas desde el Chemin de Ronde
Y seguimos con las degustaciones gastronómicas, unas galettes con unas cervezas bretonas.


Y ya nos encaminamos hacia Rennes donde dormiríamos. El hotel elegido fue el Adagio Access Rennes Centre, con buena situación para visitar la ciudad al día siguiente. Además por 6 euros se puede dejar el coche en el parking subterráneo del hotel, dejándonos además unas horas más después de hacer el checkout.

28 de abril de 2014: Empezaríamos el día visitando Rennes. No es una ciudad que nos haya entusiasmado. En primer lugar visitaríamos la Abbatiale Saint-Melaine. El antiguo jardín de los monjes es ahora el Parc du Thabor, un precioso parque con su Voliere (pajarera), su jardín francés, su parque botánico y sus rosales.

Parc du Thabor

De ahí, pasamos al Palacio de Saint Georges.

Palacio y Jardines St.Georges
Paseando llegamos a la Plaza del Parlamento y a la Plaza de la Mairie, donde se encuentra el teatro y el ayuntamiento. Y muy cerca, la Iglesia de Saint Sauveur y la Catedral de Saint-Pierre. Finalmente llegamos a la bonita Plaza de Sainte-Anne.

Plaza Sainte-Anne
Y ya volvemos a recoger el coche rumbo al Bosque de Brocéliande. Existe una ruta de 4 kms de senderismo en un camino circular de nivel fácil que te lleva a la tumba de Merlín y a la Fuente de la Eterna Juventud, y sonaba mejor de lo que luego resultó. Además, un poco difícil de encontrar desde el parking (la ruta empieza cruzando la carretera y no adentrándose desde el parking hacia el bosque). El paraje y el paseo es agradable, pero no es nada del otro mundo.

La siguiente parada sería Josselin, un bonito pueblo que destaca especialmente por su castillo, muy bonito e impresionante visto desde el río.


Castillo de Josselin

También merece la pena la visita a la Iglesia de Notre-Dame du Roncier. 


Y tras Josselin nos dirigimos a Quiberon. Ya el camino en coche merece la pena, vas observando cómo sólo una pequeña lengua une a Quiberon con Francia. El hotel elegido fue Hotel Men Er Evro, donde la dueña fue de lo más amable, nos indicó qué podíamos hacer y nos proporcionó muchos mapas. Además, pudimos aparcar en la plaza de carga y descarga del hotel, sin coste alguno. Siguiendo sus recomendaciones, partimos hacia el puerto visitando antes la Iglesia de Notre Dame de l'Assomption. Y al poco llegamos a Port Maria, desde allí seguimos un poco en dirección a la costa salvaje, pero esta zona la visitaríamos mejor al día siguiente. 

Port-Maria

Port-Maria
Volviendo sobre nuestros pasos, continúamos toda la línea de costa hasta llegar a Pointe Du Conguel, donde se encuentra la mesa de orientación. Al llegar aquí nos encontraremos en la punta final de Quiberon. El camino es un paseo para el que no hay que ir con prisas, son unas dos horas de paseo, incluído paradas para hacer fotos y disfrutar de la naturaleza.


Quiberon
Pointe Du Conguel

Mesa de Orientación
Al regreso, se nos había hecho un poco tarde para los horarios franceses, aún así en Port-Maria encontramos un sitio para cenar pescado pasadas las 22:00.

29 de abril de 2014:Hoy nos despediríamos de Quiberon, pero no sin antes conocer su costa salvaje. Visitarla es muy cómodo, sólo hay que seguir la carretera bordeando la costa y aparcar en los parkings gratuitos y desde allí, acercarse a contemplar las vistas. En algunos casos existe un pequeño paseo.

Quiberon y su Costa Salvaje
 Impresionantes paisajes.


Costa Salvaje
Tras disfrutar de la naturaleza nos dirigimos a Carnac, localidad que destaca por sus formaciones megalíticas. Nosotros empezamos la visita dejando el coche en el parking de Maison Des Mégalithes, centro de recepción de visitantes. Se pueden comprar entradas para una visita guiada, pero cuando nosotros estuvimos no había nadie vendiendo, no tienen muchos horarios y no se ven mucho mejor los megalitos. Justo al lado del parking se encuentran los Alineamientos de Menec. Impresiona ver tanta cantidad de megalitos juntos y alineados.


Alineamientos de Menec
Cogemos el coche y seguimos hacia los Alineamientos de Kermario, que destacan porque sus megalitos son de mayores dimensiones. Antes de hacer el camino para visitarlos hacemos una parada para hacer un pequeño picnic (en el parking de estos alineamientos hay mesas y sillas de madera). 


Alineamientos de Kermario
En el camino existe un mirador, donde se puede contemplar mejor la gran extensión de megalitos.


Alineamientos de Kermario desde el mirador
Además en estos alineamientos,  también podemos admirar un dolmen.


Dolmen en Kermario
Volvemos a coger el coche y, en lugar de ir a los terceros alineamientos (Alineamientos de Kerlescan), que pensábamos que no nos iban a aportar más, decidimos visitar el Tumulto de Kercado, monumento funerario. Está a menos de 5 minutos en coche y se puede visitar por 1 euro. Recomendable.


Tumulo de Kercado
Tras lo cual dejamos ya Bretaña y seguimos nuestra visita por la zona del Loira y sus castillos.

viernes, 25 de abril de 2014

Francia - Normandía

Cuarta parte de nuestro viaje por Francia.
 
25 de abril de 2014: Lo primero del día fue hacer un buen acopio de vinos franceses en un supermercado y aconsejados por un parisino. Si sois amantes del vino podéis entrar en cualquier gran supermercado (Carrefour, Eleclerc) y comprar buenos vinos a precios muy asequibles. También es aconsejable comprar quesos, muy buenos en esta región. Nosotros postpusimos esta última compra hasta antes de salir de Francia para que no se estropearan. También es aconsejable repostar gasolina en estas cadenas, porque el precio es mucho más competitivo. Tras las compras nos pusimos rumbo al norte de Francia, a la zona de Normandia.

La primera ciudad que visitamos fue Rouen.Tras aparcar (muy fácil y muy céntricos) lo primero que nos encontramos es la Abadía de Saint-Ouen.

Abadía de Saint-Ouen
Y desde allí, nos introdujimos en las callecitas más céntricas, calles con las fachadas de entramado de madera.

Rouen
Así llegamos hasta la Iglesia de Saint-Maclou.

Iglesia de Saint-Maclou

Muy cerca de esta iglesia se encuentra la Iglesia de Notre-Dame de Rouen, que aparte de ser una Iglesia curiosa aloja en su interior la tumba de Ricardo Corazón de León.


Interior de Notre-Dame de Rouen
Notre-Dame de Rouen
Seguimos paseando por las calles hasta encontrarnos con el Gros Horloge, un reloj astronómico del siglo XIV.

Gros Horloge
Siguiendo por la misma calle, con muchos negocios y vida se llega a la Plaza del Viejo Mercado, donde se encuentra la curiosa Iglesia de Sainte Jeanne d'Arc.


Interior de Sainte Jeanne d'Arc


Interior de Sainte Jeanne d'Arc
Plaza del Viejo Mercado
De vuelta hacia el coche, una pequeña parada para admirar el maravilloso edificio del Palacio de Justicia

Con muy buen sabor de boca con esta ciudad, nos ponemos rumbo más al norte hasta llegar a la localidad de Étretat, una pequeña localidad que nos enamoró. Lo primero fue la original playa de cantos rodados, donde merece la pena pararse unos segundos a escuchar como la marea mueve los cantos.


Playa en Étretat

Tras disfrutar de la playa, nos encaminamos al ascenso a los dos acantilados, el primero es el Acantilado de Amont.


Acantilados de Amont

Acantilados de Amont

Y tras el descenso, otro nuevo ascenso a los segundos acantilados (uno a cada lado de la playa), los Acantilados de Aval.


Acantilados de Aval
Acantilados de Aval
Nos gustó tanto este pequeño pueblo que decidimos cenar en uno de los restaurantes del paseo. Muy barato, abundante y riquísimo, y además con unas preciosas vistas. ¿Se puede pedir más?

Tras la cena, tomamos el coche rumbo a Honfleur donde dormiríamos. El hotel elegido fue Ibis Budget, barato y muy céntrico. En la calle el estacionamiento regulado: gratis por la noche, por el día se puede aparcar 8 horas por 8 euros.

26 de abril de 2014: Tras desayunar en el hotel, nos disponemos a visitar la ciudad. Es una ciudad pesquera y turística, pero tiene encanto.


Puerto Viejo
Destaca la Iglesia de Sainte-Catherine, una iglesia hecha únicamente de madera. Además, en sus alrededores multlitud de puestos de comida le daban a la zona mucha alegría.

Decidimos subir a los miradores que se encuentra en el Cote de Grace, desde los que se puede ver el famoso Puente de Normandia,  puente colgante que une Honfleur con Le-Havre, el primer puente colgante que se construyó en Francia. En el primer mirador, sólo se ve la mitad de puente pero existe una pequeña capilla, Notre-Dame-de-Grace. En el segundo mirador se puede ver el puente y la ciudad.


Mirador Honfleur
Y no podíamos irnos sin comprar alguna sidra normanda, que están deliciosas.


Sidras normandas

Le tocaba el turno ahora a la ciudad de Caen. En esta ciudad destaca la Plaza Guillouard, donde se tiene una preciosa vista de la vieja Iglesia de Saint-Etienne y de la Abbaye aux Hommes.


Vieja Iglesia de Saint-Etienne

Abbaye aux Hommes
En el interior de la abadía se encuentra el Ayuntamiento y la Abadía de Saint-Etienne, donde está enterrado Guillermo el Conquistador.

Seguimos por la calle Froide hasta la Iglesia de Saint-Saveur, la cuál ahora mismo ya no tiene finalidad religiosa. En su interior se puede apreciar a artistas cantando, pintando, muy curioso. 

Nos estaba gustando tanto Caen que tuvimos que echar más dinero en la zona de pago para estar más tiempo. Tras lo cuál, visitamos la Iglesia de Notre-Dame-de-Froiderue y la Iglesia de Saint-Pierre.


Saint-Pierre

Justo enfrente se levanta el Castillo de Caen, que se puede visitar gratuitamente y aprovechar las bonitas vistas que se tienen desde lo alto.


Vistas desde el Castillo
Castillo de Caen
Tras Caen, tocaba cambiar de tercio y hacer un recorrido por las Playas del Desembarco de Normandia. La primera playa en visitar fue Sword Beach. Es la playa que menos recuerdos alberga.


Sword Beach
La siguiente playa sería Juno Beach.

Tanque rescatado del agua en Juno Beach
La que más impresiona es la siguiente playa, en Arromanches-les-Bains, donde se explica cómo durante la campaña de Normandía los aliados remolcaron desde Inglaterra cientos de bloques de hormigón con los que construyeron a toda prisa un dique (del que quedan restos visibles) para crear un puerto artifical que poder usar como base de operaciones navales.


Resto del dique en Arromanches

Le tocaba el turno a Omaha Beach. Allí se encuentra el monumento memorial del día D y el más reciente monumento "Les Braves"

Omaha Beach
Por último, intentamos llegar al Cementerio Militar Americano, pero había cerrado horas atrás. En la zona se puede visitar todavía un búnker.


Búnker

Y por la noche llegábamos a Avranches, donde dormiríamos en una Chambre muy bonita, La Chaumiere des Brules. Pena de no disponer de más tiempo.

27 de abril de 2014: Tras reponer fuerzas con un gran desayuno nos dirigimos hacia el Monte Saint-Michel, ya en la frontera con Bretaña. Al llegar allí hay que seguir las indicaciones de parking para coches (el precio no es muy caro para ser un sitio tan turístico). Cerca del parking existen autobuses gratuitos que te llevan hasta la base del monte.

Una vez allí, lo primero fue subir a lo más alto, La Abadía .Interesante visita y preciosas vistas.


Abadía

Vistas desde la Abadía
Una vez visitada la Abadía, tiempo para deambular por el pueblo y para visitar la Iglesia de Saint-Pierre. Desde el cementerio de la iglesia se tiene una bonita perspectiva de la abadía.
Comer por la zona, a pesar de sar tan turístico no es muy caro, así que como ya era buena hora nos paramos a comer menú típicamente francés con sidra normanda.

Al terminar de comer, y antes de volver, decidimos bajar hasta la playa. Las vistas del monte a nivel de playa son impresionantes.

Monte Sain-Michel desde la playa

Y con esto terminábamos con Normandia y empezaba la visita a la zona de Bretaña.