sábado, 8 de noviembre de 2014

Irlanda

8 de noviembre: Llegábamos a medio día al aeropuerto de Dublín y ya teníamos contratado desde Madrid el autobús que nos acercaría al centro. Nosotros escogimos la compañia de AirCoach. El hotel elegido (Hotel St.George) estaba bastante bien y no excesivamente caro para lo que es la ciudad de Dublín, además el desayuno era bastante contundente. Cuando hicimos el checkin ya era hora de comer, y fuimos a un pub que habíamos buscado con TripAdvisor y que estaba muy cerca del hotel, todo un acierto. Se llama The Parnell Heritage Bar & Grill y tiene comida típica irlandesa.

Con el estómago lleno nos encaminamos a visitar la ciudad. Empezamos por el Trinity College, en el que por 2 euros más se puede contratar una visita guiada (en inglés). Es un poco cara la entrada, pero merece muchísimo la pena ver la biblioteca por dentro y el famoso libro de Kells. La visita guiada dura más de una hora.

Trinity College


Después de la visita nos tomamos un café con tarta en una cafetería Costa, que hay muchas por Irlanda y los dulces están bastante buenos.

Dada la altura del año en la que fuimos, a la salida de la cafetería ya era noche cerrada, por lo que nos dedicamos a visitar la ciudad por la noche, y durante este paseo lo primero con lo que nos topamos fue con la famosa estatua de Molly Malone.  


De ahí, nos dirigimos hacia el Castillo de Dublín, con sus jardínes a los que se puede entrar gratuitamente durante todo el día. Seguimos paseando hasta la Christ Church Cathedral, muy bonita iluminada. Siguiendo por la calle principal nos encontramos con Saint Audeon's Church. Y muy cerca de esta iglesia se encuentra un pub que se autodeclara como el más antiguo de Irlanda, y bien merece una visita para degustar una cervecita. Su nombre es The Brazen Head.

Y ya se iba acercando la hora de cenar, por lo que nos encaminamos a la zona con más vida de todo Dublín, el Temple Bar. Es una zona repleta de gente, de actuaciones en la calle, de pubs con mucha vida y muchos con música en vivo. Para cenar no es una opción muy recomendable: precios más caros y dificultades para tener mesa. Pero luego merece la pena tomarse una pinta en un local con música en directo.

Temple Bar

Y ya con esto, se daba por terminado el primer día en Dublín.

9 de noviembre: Hoy traíamos reservada la visita a la fábrica de Guinness y tenía que ser antes de las 11:30 (habíamos conseguido las entradas en su web con descuento con esa condición). Nos fuimos dando un paseo por la ciudad, haciendo alguna parada para visitar alguna iglesia chula de las muchas que dispone la ciudad y que no aparecen en los mapas turísticos.

Y ya en la fábrica la visita nos encantó. Aunque no os guste la cerveza o la Guinness es una visita que no defraudará. Además, se puede pedir una audioguía muy completa en el idioma que se quiera (en la planta donde está la tienda). 

Interior de la Fábrica de Guinness


Durante la visita se aprende cómo es el proceso de elaboración de la cerveza, te cuentan su historia, te enseñan a degustarla correctamente e incluso a saber servirla. Y la visita se remata con una pinta en la terraza que tienen en la última planta (Gravity Bar), que tiene unas vistas muy bonitas de la ciudad.

Vistas desde el Gravity Bar

Tras la visita a la Guiness (para la que conviene reservar al menos hora y media para disfrutarla con calma) nos encaminamos a la Christ Church Cathedral. Visitarla cuesta 5 euros, y en ocasiones tienen una visita para tocar las campanas, la cuál no recomendamos a no ser que seas un fanático de las campanas, porque te dan una charla demasiado extensa de cómo funcionan y llega a ser aburrido. La Iglesia por dentro sí merece la pena, es muy bonita. 

Christ Church Cathedral


Tras esta catedral, intentamos visitar la otra catedral de la ciudad, pero por un evento no se podía visitar en este día, así que cambiamos de planes y nos fuimos a ver el Castillo, para el cuál existen visitas guiadas salvo para la capilla, la biblioteca y los jardínes que se visitan por libre y de forma gratuita.

Capilla

Castillo

Jardínes del Castillo

Ya en la salida nos encaminamos a cenar algo y luego a dar un paseo por la noche por la ciudad que no visitamos el día anterior. En el paseo destacamos la Custom House.


Custom House

Y ya dábamos por terminadas las visitas por este día.

10 de noviembre: Nuestro último día en Dublín lo aprovechamos para visitar la Saint Patrick's Cathedral, que no pudimos en el día anterior. Es una visita obligada en Dublín, nos maravilló especialmente los suelos, muy originales.

 
Saint Patrick's Cathedral

Tras esta visita de última hora, ya nos fuimos a recoger el coche que teníamos reservado con Europcar. No sé si todas las compañías son iguales, pero con ésta necesitas disponer de crédito de 1500 euros en una tarjeta como fianza o pagar el seguro a todo riesgo que son unos 70 euros al día.

Una vez con el coche, hicimos el checkout. Intentamos visitar la Cárcel de Kilmainham pero sólo se puede visitar con guía y faltaba más de una hora para la siguiente visita libre, por lo que optamos por aprovechar el día en otra ciudad. Así que nos encaminamos rumbo a Kilkenny. En esta ciudad destaca el Castillo que también hay que visitar con guía. Reservamos para una hora después y aprovechamos para comer en ese rato. 

Castillo de Kilkenny

Tras la visita al Castillo, dimos un paseo por la ciudad pero muchas de las atracciones ya estaban cerradas, así que nos conformamos con verlas por fuera. Así, vimos la St. Candice's Cathedral únicamente por fuera. Más suerte tuvimos con otras iglesias que sí conseguimos ver por dentro como la Dominican Black Abbey y St. Mary's Cathedral. El día no acompañaba por la lluvia así que entramos a tomarnos un café calentito con unos muffins que resucitaban a un muerto. Y nos pusimos rumbo a Cork, pues quedaba un largo y lluvioso camino.

11 de noviembre: Hoy cogeríamos el coche y nuestro primer destino sería el Castillo de Blarney. Porque no disponíamos de mucho tiempo si queríamos ver más cosas, pero da para visitarlo por varias horas. El castillo es famoso por la superstición de besar la piedra para obtener elocuencia, pero lo más agradable son los paseos que ahí por los alrededores, muy agradables.

Castillo de Blarney

Alrededores del Castillo


Nuestro siguiente destino sería Cobh. Lo que más destaca de esta ciudad es St. Colman's Cathedral. Esta ciudad es famosa por ser la última donde atracó el Titanic, motivo por el cuál existe una exposición y un monumento. También es famosa por ser el punto de partida de la emigración de muchos irlandeses hacia Nueva York.

St. Colman's Cathedral

También son bonitas las casas de colores en pendiente, muy chulas.

Cobh


Y tras estas dos ciudades, volveríamos a comer a Cork y a empezar a visitarla. Comimos en el English Market, donde merece la pena darse un paseíto por sus puestos.

Después de comer, nos encaminamos a la oficina de turismo. Está bien porque tienen muchas pequeñas guías gratuitas de diversas partes de Irlanda y además con muchas de ellas se obtienen descuento para entrar en las principales atracciones.

Por las horas que eran, sólo quedaba abierta Saint Finn Barre's Cathedral. Esta catedral se puede visitar en su interior por unos 5 euros (con la guía hay descuento) y es muy recomendable. 

St. Finn Barre's Cathedral


A la salida de la iglesia ya era de noche y ya estaba todo cerrado, por lo que nos fuimos a tomar un café con tarta. Luego nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad para ver qué ambiente había, y de paso aprovechamos para visitar el Ayuntamiento y Church of Most Holy Trinity, la cuál es más bonita por fuera que por dentro (tuvimos la suerte de que estuviera abierta pese a ser ya las 8 de la tarde). Antes de ir a cenar, también decidimos ver la iluminación de la catedral.


Church of Most Holy Trinity

12 de noviembre: El destino del día de hoy sería la ciudad de Kinsale.Tras un paseo por sus calles (es una ciudad pequeña) y por su bahía, nos encaminamos a lo más destacado de la ciudad, el Charles Fort. Es una interesante visita y además se tienen unas bonitas vistas de la ciudad.

Charles Fort

A media mañana estábamos de vuelta en Cork, por lo que teníamos tiempo de terminar de conocer la ciudad. Empezaríamos la visita en la North Cathedral, que es bastante moderna. Y muy cerca, se encuentra una pequeña iglesia, St.Anne. Esta iglesia tiene unas bonitas vistas de Cork desde la torre, además, puedes tocar las campanas (existen partituras para poder tocar, esto sí es divertido).

Otro lugar interesante de Cork, es la Cárcel (Cork City Gaol). Está muy bien ambientada con historias reales de la cárcel y te dan un folleto informativo en el idioma elegido.

Cork City Gaol
 
Ya se acercaba la hora de comer por lo que volvimos al centro de la ciudad y el pub elegido todo un acierto, muy rica la comida y pedimos una degustación de cervezas irlandesas. El sitio se llama Thomond Bar.

Y justo antes de que cerrara entramos en Cork Vision Centre en St. Peter's, donde destaca una enorme maqueta de la ciudad de Cork.


Tras descansar un rato, nos fuimos a cenar a un sitio que habíamos buscado por Internet y que resultó un gran éxito. Se trata del pub Franciscan Well, el cuál además de elaborar su propia cerveza (con una enorme variedad de tipos), realizan pizzas a la piedra riquísimas. Y todo a un precio estupendo, ¿se puede pedir más?
Y ya no había tiempo para más. 

13 de noviembre: Hoy no había tiempo para turismo, teníamos reservado el autobús con destino el aeropuerto de Dublín a primera hora de la mañana y luego el vuelo de vuelta a Madrid a primera hora de la tarde. 
La conclusión es que nos queda muchísimo por ver de este país y habrá que buscar otra ocasión para visitarlo, preferentemente con más horas de luz.