Miércoles 12 de Abril: A última hora de la noche partiríamos rumbo al aeropuerto de Colonia-Bonn, llegando cerca de las 12 de la noche a Alemania. Desde allí, parten regularmente trenes con destino a Colonia, y en unos 30 minutos o menos, depende del tren, te puedes plantar en la estación central de Colonia. Así que pasada la medianoche llegaríamos y nos dirigimos andando al hotel. El hotel elegido (Hotel Crystal Superior) está muy cerca de la estación, lo cual nos iba a venir muy bien para las excursiones y además deja todo muy cerca para visitar. Tras el checkin nos fuimos a dormir directamente.
Jueves 13 de Abril: Primer día en Colonia. Tras un buen desayuno nos encaminamos a conocer la visita estrella de Colonia, su Catedral.
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Catedral de Colonia |
Hoy quedaríamos con la familia que tengo en Alemania, que llegaría en coche. Así que mientras la esperábamos dimos un agradable paseo alrededor de la catedral, así pudimos verla desde todos los ángulos. Una vez ya reunidos con la familia, subimos a la torre de la Catedral. La subida son más de 500 escalones y las visitas están bien, sobre todo las del río. El precio es de 4 euros por persona. Yo realmente no recomendaría subir, existen otras visitas para tener panorámicas, y pueden que estén mejor (no subimos a más por lo que tampoco lo puedo asegurar). Durante la subida se pueden ver multitud de pintadas en las paredes, lo cual da una aire muy decadente a algo que es patrimonio de la Humanidad, por lo que me decepcionó. Tras la subida entramos en el interior de la Catedral. El interior es un poco soso comparado con otras catedrales.
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Vistas desde la Torre de la Catedral |
Una vez concluida la visita ya era la hora de comer, así que buscamos un restaurante para tomar nuestra primera comida renana y probar la famosa cerveza Kölsh. Es curioso el sistema de servir esta cerveza, los camareros van con un especie de bandeja circular con agujeros para vasos de tubo, van con todos llenos sirviendo a las mesas y recogiendo los vasos vacíos (si no dices nada, te servirán otra cuando se te acabe).
Tras comer nos encaminamos hacia la otra gran estrella, que es la Basílica de St.Martin. En el camino, nos encontramos con el Rathaus, el ayuntamiento.Un curioso edificio con mezcla de estilos.
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Rathaus |
Tras visitar la Iglesia de St. Martin llegaríamos a la Fischmarkt. Una de las plazas más bonitas de Colonia, con características casas de colores y al fondo la Iglesia de St.Martin.
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Fischmarkt con St.Martin al fondo |
Al llegar a este punto, nos informarmos sobre los cruceros por el Rin, y decidimos seguir recorriendo la ciudad y si nos daba tiempo ir posteriormente. Así, recorrimos todo el Altstadt, subiendo por Salzgasse, donde se encuentra la famosa Brauerei Pfaffen. Al terminar la calle se llega a una espaciosa plaza Heumarkt. Seguimos recorriendo la ciudad por la comercial calle de Schildergasse. Al final, se encuentra la Iglesia de St. Aposteln. Y muy cerca se encuentra Hahnentor.
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Hahnentor |
Al llegar a este punto, decidimos volver a la zona del río recorriendo otra calle. Así bajamos por Zeughausstraße, donde se encuentra una torre romana, la Römerturm. Y, un poco más adelante el curioso edificio del Museo de la Ciudad.
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Detalle del edificio del Museo de la Ciudad |
Y ya estábamos muy cerca del río, donde llegamos a comprar las entradas para dar el paseo en barco por el Rin. El paseo es de una hora y si se dispone de tiempo, es una buena forma de conocer más la ciudad.
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Vistas desde el barco |
Tras el paseo en barco, decidimos buscar un sitio para cenar y con eso, nos fuimos a probar la cerveza Pfaffen, que nos gustó bastante más que otras Kölsh que habíamos probado.
El día ya no daba para más, por lo que nos fuimos a descansar.
Viernes 14 de Abril: Hoy haríamos la primera excursión fuera de Colonia. Esta excursión la haríamos en coche. Antes de las 10 de la mañana nos encaminamos hacia Drachenburg. En coche se tarda poco más de media hora en llegar. Desde donde se deja el coche al castillo se tarda unos 5-10 minutos andando. El castillo merece muchísimo la pena, recuerda al famoso castillo de Neuschwanstein. El castillo tiene varias partes visitables: una exposición antes de entrar al castillo, la subida a la torre, el interior del castillo y un paseo para ver los jardines del castillo.
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Drachenburg |
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Drachenburg |
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Drachenburg |
Tras visitar todas estas partes, ya era buena hora para comer algo, así que aprovechamos un Biergarten que había de camino al castillo para tomar unas cervezas y algo de comer en una terraza, aprovechando el buen día que hacía.
Con el estómago ya lleno, aprovecharíamos para pasar la tarde en Bonn. De esta ciudad, destaca la Catedral, el Rathaus y la casa natal de Beethoven. Tras estas visitas, dimos un paseo disfrutando del buen día y de los árboles en flor por las calles del Altstadt.
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Casa natal de Beethoven |
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Catedral de Bonn |
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Rathaus |
Siendo todavía pronto, intentamos visitar el palacio de Augustusburg, pero cuando llegamos ya había cerrado, así que nos volvimos a Colonia, donde descansamos un rato antes de ir a cenar. Buscamos un sitio barato y cercano, y acabamos en la estación central cenando en un sitio llamado Schweinske, que resultó todo un acierto.
Sábado 15 de Abril: Hoy haríamos otra excursión, pero esta vez en tren. En una media hora llegaríamos a la parada de Brühl. A pie de la parada del tren se encuentra el primer palacio de este pueblo, el Augustusburg. Decidimos recorrer primero los jardines y el Tiergarten, desde donde sale el camino al segundo palacio, mucho más pequeño pero interesante, el Falkenlust, un palacio de caza, sobre todo dedicado a la cetrería con halcones. Existe una entrada combinada para ambos palacios (13 euros). En este palacio éramos los únicos y la persona que vigilaba sabía español y nos explicó algunas cosas sobre el palacio.
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Falkenlust |
Tras este pequeño palacio, ya sí nos dirigimos al plato fuerte. Sólo se puede hacer la visita con guía (en alemán) pero dan audioguías en varios idiomas, incluyendo el español. El palacio fue toda una sorpresa, es realmente espectacular. No se permiten hacer fotos del interior.
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Augustusburg |
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Augustusburg y sus jardines |
Tras las visitas de ambos palacios, nos dirigimos al centro de Brühl para comer. Y a eso de las 15:30 ya estábamos en el andén esperando el tren con destino nuevamente a Colonia, donde nos esperaba mi familia para ir a visitar Düssedorf.
La primera impresión de la ciudad nos dejó un poco fríos, porque había muchas tiendas lujosas y gente acorde a las tiendas. Pero tras aparcar y acercarnos más al centro, nuestra concepción de la ciudad cambió. Merece la pena visitar el Rathaus y su plaza. Y, sobre todo, callejear por las calles del Altstadt. Estas calles son conocidas como la barra más larga del mundo, porque está plagado de cervecerías, una al lado de otra.
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Plaza del Rathaus |
También es curioso visitar el monumento conocido como Stadterhebungsmonument, que conmemora el 700 aniversario de la independencia de la ciudad.
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Stadterhebungsmonument |
Muy agradable resulta también dar un paseo por la ribera del Rin, donde también se puede degustar la típica cerveza del lugar, ligeramente tostada, cosa que hicimos. Tras la cual, nos fuimos a cenar al centro.
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Paseo por el Rin |
Y, con esto, otro día llegaba a su fin. Ya tocaba volver a Colonia a descansar.
Domingo 16 de Abril: Hoy sería nuestro último día en Alemania, pero podíamos aprovechar la mañana para hacer alguna visita, así que buscando encontramos un palacio, muy cerca en tren de Colonia y allá que nos fuimos. En poco más de media hora, llegamos al pueblo de Paffendorf. Desde la estación se llega en muy pocos minutos al castillo. La entrada es gratuita y se puede dar un bonito paseo por el parque que lo bordea (también gratuito). Del interior del castillo se puede visitar una exposición permanente sobre la industria de la minería del lignito, que fue muy abundante en esa zona. El castillo es muy bonito y aunque no se visite mucho del interior, sólo por verlo por fuera merece la pena la excursión.
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Paffendorf |
En otra media hora estaríamos nuevamente en Colonia, y como seguíamos contando con tiempo para hacer alguna visita, nos fuimos a ver la Iglesia de St. Gereon, muy cercana al hotel y unas ruinas romanas.
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St. Gereon |
Tras estas dos visitas, ya nos fuimos a recoger las maletas al hotel y nos dirigimos a la estación. Allí, comimos en el mismo sitio donde cenamos el viernes. Y finalmente cogíamos el tren al aeropuerto, donde embarcaríamos puntualmente.