viernes, 7 de junio de 2019

Dinamarca

Viernes 7 de junio: 
Hoy mismo recibiríamos un correo de Norwegian avisando que nos iban a adelantar el vuelo de vuelta en casi 6 horas, con lo que nos trastocaba el último día de nuestras vacaciones. Así que nada más llegar al aeropuerto de Barajas empezamos las gestiones para arreglar la situación. Como no nos facilitaron una solución aceptable, tuvimos que cancelar el vuelo de vuelta con ellos y comprar un billete con Ryanair que salía una hora más tarde de Copenhague. 

Así que tras este estrés inicial y teniendo en cuenta que antes ya nos habían retrasado el vuelo de ida en más de una hora, nuestra experiencia con Norwegian ha sido bastante mala.

Cumpliendo (algo es algo) su nueva hora de salida, el vuelo salía de Madrid y llegaba a una hora razonable a la capital de Dinamarca. Como suele ser habitual, nada más llegar a un destino hay que hacer una serie de trámites.

El primero de ellos fue ir a recoger, en el mismo aeropuerto, la Copenhagen Card que habíamos comprado previamente por Internet. Compramos la de 5 días pues incluye varias cosas que están en las cercanías de la capital y haciendo cálculos vimos que nos compensaba.

Este trámite fue muy rápido y nos dirigimos en tren al centro de la ciudad. El centro se encuentra bastante cerca del aeropuerto. Nosotros nos apeamos en la estación central porque íbamos a cambiar euros por corona danesa. En general, no suele ser necesario pues en muchos sitios aceptan tarjeta sin problema, pero hay puestos callejeros o incluso algún alojamiento que no nos lo iban a admitir, así que optamos por llevar moneda local.

Nosotros lo hicimos en Dan Exchange que ofrece muy buen cambio.

Y con eso, nos dirigimos a hacer el checkin en nuestro hotel. Se trata de un hotel sencillo pero bien situado, el Cabinn Scandinavia. Las camas eran cómodas y las habitaciones algo pequeñas pero limpias.

Tras hacer este trámite fuimos a un supermercado a hacer una pequeña compra para los días siguientes, la cual dejamos en el hotel antes de irnos a hacer un poco de turismo. Dado que era un viernes y había mucho ambiente en la calle, nos fuimos a buscar un local con cerveza artesana.

Con muchas ganas de seguir conociendo la ciudad, nos retiraríamos a descansar de este largo día y mañana empezaríamos visitando Copenhague.

Sábado 8 de junio:

Tras desayunar algo en el hotel, nos pusimos rumbo hacia el Botanisk Have. Lo más impresionante de este jardín sin lugar a dudas es el Jardín de Palmeras y la casa de las mariposas. Ambas son de pago pero incluidas con la Copenhague Card.
Botanisk Have
Casa de las palmeras
ca
Casa de las mariposas
Muy cerca de este jardín se encuentra el Kongens Have, muy bonito en esta época del año con muchas flores. Lo recorrimos camino del Palacio de Amalienborg, donde tiene lugar el cambio de guardia. Es una ceremonia que se puede calificar de curiosa y donde muchos turistas hacen corrillo para verlo.
Amalienborg
Tras el palacio, nos dirigimos hacia la llamada Iglesia de mármol, Frederiks Kirke. Esta iglesia destaca sobre todo por su enorme cúpula. La entrada a la misma es gratuita, pero se puede visitar su cúpula en determinadas horas. En Junio se puede visitar sábados y domingos a las 13. Esto no está incluido en la Copenhague Card pero a nosotros nos gustaron las vistas. Si se quiere ahorrar este dinero, hay otros lugares donde se puede ver la ciudad desde lo alto y que sí están incluidas en la tarjeta.
Vistas desde Frederiks Kirke
Frederiks Kirke
Entre la visita a la iglesia y la subida a la cúpula aprovechamos que teníamos un tiempo muerto y lo dedicamos a tomar un tentempié.

Al bajar de la cúpula visitamos propiamente dicho el Palacio de Amalienborg, ya que hasta ese momento sólo lo habíamos visto durante el desfile. Es un bonito palacio y no es muy grande.

Tras el palacio nos dirigimos por el borde del canal hasta toparnos con la archiconocida Sirenita. Es la típica visita de rigor, aunque ya todos sabemos que no es especialmente llamativa. 
Sirenita
Muy cerca de este monumento se encuentra la Sant Alban Kirke, iglesia anglicana que estaba cerrada cuando fuimos. Se puede visitar llamando al timbre, pero no nos pareció bien hacerlo pues nuestra intención no era orar. A un lado de la iglesia se encuentra la impresionante fuente de Gefion Fountain. Y por detrás de la iglesia se encuentra ciudad fortificada o Kastellet.
Gefion Fountain con Sant Alban
Kastellet
Y, de aquí, partiríamos antes de que nos cerrase al Rosenborg Castle. En este palacio se pueden visitar las joyas de la corona. Tuvimos tiempo suficiente para verlo antes de que cerrara a las 5.
Rosenborg
Al cierre, nos fuimos paseando hasta Nyhavns, que es la zona de puerto. Se trata de una zona con mucho ambiente y bonitas casas coloridas. Muy agradable de visitar. En uno de las orillas hay multitud de bares y restaurantes.
Nyhavns
Tras varias fotos en la zona, seguiríamos recorriendo la ciudad camino del conocido como Stroget, son una serie de calles peatonales con muchos locales comerciales. En el camino, pasaríamos por la plaza del Teatro.
Plaza del Teatro
Muy cerca de estas calles peatones se encuentra la Plaza del Ayuntamiento, donde se puede ver una estatua de Andersen. Hoy había un evento musical brasileño por lo que la plaza estaba muy ambientada. Habíamos comprado dos ensaladas en un super y aprovechamos las mesas que había en la plaza para degustarlas disfrutando del buen rollo que se respiraba.
Ayuntamiento
Hans Christian Andersen mirando a Tívoli
Muy cerca del ayuntamiento, se encuentra el parque de atracciones conocido como Tívoli. La entrada está incluida con la tarjeta, pero no las atracciones. Recomendamos ir a última hora de la tarde, pues la iluminación del parque es bastante bonita. Allí estuvimos paseando y haciendo fotos hasta las 12 de la noche, pues aprovechamos a comprar un café y esperar a ver los fuegos artificiales.
Tivoli
Fuegos artificiales en Tivoli
Tras este largo e intenso día no nos quedaba nada más que regresar al hotel y descansar.

Domingo 9 junio:

Seguiríamos visitando Copenhague y nuestro primer destino del día de hoy sería Christianborg
Christianborg
Son varias las partes a visitar en este palacio, nosotros empezaríamos por las ruinas, donde es posible ver los restos de las antiguas fortificaciones y aprender sobre la historia del palacio.
Ruinas en Christianborg
La siguiente parte que visitaríamos es la más destacada y se trata de las Royal Reception Room, varias salas lujosamente decoradas. La que más nos sorprendió es la sala de tapices, pues se trata de una serie de tapices modernos que narran la historia de Dinamarca y otros acontecimientos mundiales importantes.
Sala de tapices en las Royal Reception Rooms
Por ser domingo, hoy también se puede visitar la capilla aunque es bastante sencilla. Tras echarle un ojo seguiríamos la visita por la Royal Kitchen. Una gran cocina donde se puede ver el material de cocina.
Royal Kitchen
Llegados a este punto, nos tomaríamos un pequeño almuerzo antes de seguir visitando la ciudad. 
Christianborg
Lo único que nos quedaba de visitar del palacio son los Royal Stables pero abrían a las 13:30 y no queríamos estar parados sin hacer nada. Por lo que, nos fuimos a ver Ny Carlsberg Glyptotek. Se trata de un museo de arte donde lo más destacado para nosotros fue la parte dedicada a Egipto y a las civilizaciones antiguas del mediterráneo (Babilonia, Asiria, Persia...). Pero tiene otras muchas cosas interesantes. Nosotros tampoco teníamos mucho tiempo para dedicarle así que nos centramos en algunas partes.
Glyptotek
Glyptotek
Tras una visita rápida a este museo, volveríamos para ver los Establos Reales, donde se pueden apreciar carrozas de distintas épocas.
Establos reales
Establos reales
Finalmente, el último plato fuerte del día sería el National Museum. Es un museo al que se le puede dedicar sin ningún problema un día entero, pero tampoco era nuestra intención. Así que estuvimos unas tres horas viendo lo que consideramos más importante, en particular, la parte etnológica de distintas regiones del mundo.
National Museum
National Museum
A la salida del museo decidimos optar por un plan tranquilo, así que cogimos el tour de poco más de una hora por los canales de la ciudad. Este tour está incluido con la tarjeta. Es agradable de hacer y te explican algunas cosas interesantes sobre los edificios turísticos y sobre la vida local de la ciudad.
Tour por los canales
Al terminar el tour, decidimos ir hacia la Vor Frelsers Kirke (Iglesia de Nuestro Salvador). Esta iglesia nos la había mencionado  la guía del tour y nos pareció curiosa la subida a la torre, ya que las escaleras están en el exterior. Tras esperar un ratito de cola, pudimos subir y disfrutar de las vistas bastante chulas que se tienen desde la misma. Es curioso que no hay ninguna plataforma ni terraza arriba. La escalera simplemente se va estrechando estrechando hasta que sólo cabe una persona y la torre se acaba.
Vor Frelsers Kirke
Esta iglesia se encuentra muy cerca del conocido barrio de Freetown Christiania, un barrio hippie en el que se encuentra gente bastante singular. Dimos un paseo para hacernos una idea del ambiente, compramos una cerveza local y ya saldríamos a buscar algún sitio donde cenar. No está permitido hacer fotos.

Nos costó un poco dar con algún sitio abierto en domingo, pero finalmente dimos con un restaurante asiático donde comimos bastante bien.

Hoy nos recogeríamos antes a nuestro hotel, pues el cansancio acumulado ya iba haciendo mella en nosotros.

Lunes 10 junio:

Hoy cruzaríamos el famoso puente que une Dinamarca con Suecia, y así visitaríamos la ciudad de Malmo. Para llegar tomaríamos un autobús hasta la estación central donde sacaríamos los billetes para el tren. Si sois dos personas ya compensa comprar el billete familiar (esto nos lo contó el revisor en el viaje de ida así que al menos lo hicimos así a la vuelta).

Hubo un incidente en la estación central de Malmo justo hoy, por lo que estuvimos parados un buen rato en una estación ya cerca de la ciudad. Como no parecía que el incidente se fuera a resolver pronto (hubo un disparo en la estación) optamos por salir y buscar la mejor forma de ir al centro. Encontramos un autobús que en unos 20 minutos nos dejó muy bien situados.

Con este follón, nuestro turismo en la ciudad empezaría bastante más tarde de lo previsto pero aún así disfrutamos mucho la ciudad. 

Empezaríamos visitando la Iglesia de St.Peter y posteriormente los alrededores del Ayuntamiento. Éste está situado en una enorme plaza donde se puede ver una gran fuente ornamental justo enfrente. 
St. Peter
Ayuntamiento
Muy cerca de esta plaza, se encuentra el centro propiamente dicho de la ciudad. Son unas pocas calles en las que se aprecia mejor el ambiente de una ciudad con historia.
Malmo
De ahí, nos encaminamos hacia la zona más alejada, los alrededores de Ribersborg Beach. Esta zona nos gustó especialmente pues es una gran explanada verde que termina en el mar donde se puede ver a la izquierda el famoso puente y a la derecha el edificio conocido como Turning Torso. Adicionalmente también pudimos disfrutar de un cisne con sus polluelos.
Ribersborg con el puente a Dinamarca al fondo
Turning Torso
Tras un paseo por esta zona fuimos al cercano Castillo. El castillo tiene tres partes, totalmente diferentes las unas de las otras. 
Castillo de Malmo
Empezaríamos a visitarlo por el Museo de Historia Natural, un sitio curioso donde se puede disfrutar de especies animales exóticas y adicionalmente, unas salas donde se exhiben animales disecados.
Museo de Historia Natural
La siguiente parte de la visita sería el Castillo en sí. No es especialmente llamativo pero está bien conocer la historia del mismo y de la ciudad.

Finalmente, la tercera parte es un museo dedicado al arte donde se pueden contemplar exhibiciones temporales. En la sección permanente se exhiben varios juegos de ingenio y destreza con los que es posible interactuar.

Con esta última parte daríamos por concluida la visita al castillo y ya retomaríamos el camino hacia la estación. Muy cerca de la misma, no hay que perderse el monumento de Knotted Gun.
Alrededores de la estación de Malmo
Knotted Gun
A estas alturas la zona de la estación ya estaba más tranquila, y aunque no nos dejaron entrar por el lugar habitual, conseguimos comprar los billetes de regreso a Copenhague, donde llegaríamos una hora y poco después.

Como todavía quedaba bastante tarde, decidimos seguir haciendo turismo por la ciudad. Así nos quedaba por visitar la Rundetaarn, una torre bastante chula de recorrer y con unas bonitas vistas desde lo más alto. En su interior, también había una pequeña exposición de arte moderno que nos gustó visitar. También es posible ver el telescopio en la azotea de la torre (esta torre es también un observatorio).
Rundetaarn
Interior de Rundetaarn
Vistas desde Rundetaarn
Una vez regresados a tierra firme, decidimos seguir dando un paseo por las calles peatonales de la capital. Y, así, dando un paseo dimos con un restaurante tipo buffet donde pudimos cenar a un precio bastante aceptable con una cerveza artesana.

Antes de regresar al hotel, buscamos un local de cerveza artesana cerca del hotel, donde compartimos una pinta muy rica antes de retirarnos a descansar al hotel.

Martes 11 junio:

Hoy dejaríamos la capital de Dinamarca y empezaríamos nuestra ruta en coche. Alquilamos en Hertz y la recogida estaba a unos 10-15 minutos andando desde nuestro hotel. Tras revisar el coche y acomodarnos nos pusimos en camino hacia el Open Air Museum, llamado Frilandsmuseet.
Frilandsmuseet
Frilandsmuseet
Frilandsmuseet
Como ya nos daríamos cuenta a lo largo de nuestro viaje por Dinamarca, los museos son casi para estar el día entero y éste no iba a ser menos. Se trata de recreaciones de casas danesas donde se representan muchos y variados oficios. Está bastante bien montado pero ya llega un momento en que nos llegamos a saturar con tanta casa. 

Estuvimos prácticamente toda la mañana en este museo y luego nos dirigimos a Elsinor y, más concretamente, al castillo de Kronborg
Kronborg
El parking más cercano no es gratuito pero tampoco fue muy caro. Antes de hacer la visita al castillo, optamos por comer en un banco sentados mirando al castillo. Una vez saciado el apetito ya sí entraríamos al castillo. Antes de ir nos habíamos informado de que existían visitas guiadas en inglés y decidimos apuntarnos a la de las 14:30. La visita no es muy larga pero es interesante, ya que te cuentan sobre la historia del castillo y sus habitantes.
Kronborg durante la visita guiada
Tras la visita, que es toda exterior, haríamos las visitas al interior del mismo. El castillo es interesante pero sin duda me quedaría con la visita guiada. Lo más destacado es la subida a la torre pues las vistas son bastante bonitas.
Kronborg desde la torre
En los alrededores también se encuentra el Museo Marítimo, pero ya iba a ser demasiado por lo que, aunque sabíamos que estaría cerrado nos dirigimos a Frederiksborg Castle. 
Este castillo nos encantó, se puede ver en su totalidad desde fuera aunque la hora de cierre ya se haya pasado. Lo dejaríamos pendiente para una futura visita al país, pues si el interior hace justicia al exterior merecerá mucho la pena. A pesar de estar cerrado, disfrutamos mucho la tarde en el parque donde dimos un largo paseo disfrutando del castillo y de sus alrededores.
Frederiksborg
Frederiksborg
Frederiksborg
Y, una vez ya estábamos cansados de caminar, volvimos al coche para ir a Roskilde, en donde haríamos noche en Hos Tina. El apartamento estaba genial con un patio super agradable donde nos tomaríamos una cerveza con un aperitivo mientras recibíamos la visita de varios patos. 

Cuando ya se acercó la hora de la cena, nos metimos al interior y cocinamos lo que nos habíamos comprado en un supermercado cercano.

Miércoles 12 junio:

Tras desayunar y despedirnos del apartamento, moveríamos el coche ya que el alojamiento estaba en las afueras de Roskilde. Nuestro principal objetivo era el Museo de Barcos Vikingos, donde se pueden apreciar los restos de 5 barcos encontrados y toda la historia alrededor de ellos.

Antes de entrar al museo se pueden ver réplicas de distintos barcos vikingos y aprender sobre su construcción en los talleres. 
Exteriores del museo de barcos vikingos
Exteriores del museo de barcos vikingos
Y, una vez ya en el museo, en la planta baja se puede ver una exposición sobre cómo se encontraron los barcos y los trabajos de restauración que fueron necesarios. 

Además, en el museo se puede escuchar y ver una proyección muy interesante donde se cuenta la historia de los barcos. Se puede oir en varios idiomas, previa petición en la entrada. Allí te dirán la hora a la que se podrá proyectar en el idioma elegido.

Finalmente, existe una visita guiada gratuita en la que se puede aprender más sobre estos barcos vikingos.
Barcos vikingos
Barcos vikingos
Con tantas cosas, al final se nos echó un poco la hora encima por lo que optamos por volver al coche para acercarnos a ver la Catedral de Roskilde. Nos hubiera gustado dar un poco más de paseo por el pueblo, pero nos conformarmos con acercarnos a la plaza principal y poco más porque nuestro siguiente destino del día cerraría a las 5 de la tarde y no queríamos perdérnoslo.
Catedral de Roskilde
Roskilde
Así que tras hora y media llegaríamos al Castillo de Egeskov. Este castillo es sencillamente espectacular, no tanto por el castillo sino por toda la infraestructura que tienen montada alrededor. Estuvimos casi tres horas pero fácilmente te puedes estar el día entero. 
Egeskov
Egeskov
 El castillo en sí es muy interesante, aunque son pocas las salas visitables. El entorno del mismo es espectacular con su lago, sus jardínes y praderas verdes, donde se pueden apreciar cisnes y pavos reales.

Egeskov
Pero por lo que nos llamó la atención fue por la cantidad de pequeños y grandes museos que se pueden visitar en las inmediaciones, todo parte del recinto e incluido en la entrada. Así se puede ver una enorme colección de coches antiguos, otra colección de motos, la colección Falck (ambulancias, bomberos...), una recreación de una tienda antigua, una cochera, colecciones de trajes antiguos y varias pequeñas colecciones más.
Falck
Colección coches
 Es recomendable sí, como nosotros, no dispones de todo el día, para visitar primeramente el castillo y sus colecciones, pues tienen horario de cierre. Una vez que éstas han cerrado, es muy agradable darse paseos por sus jardines y praderas. Además, a última hora (a las 6) queda ya muy poca gente así que se puede disfrutar de una gran paz.
Jardínes en Egeskov
Y, con esto, ya sólo nos quedaría ponernos en carretera hacia Odense, donde haríamos noche en el agradable Cosy Riverside Room. Antes de ir al alojamiento, dado que en él es posible utilizar la cocina, decidimos hacer una compra homenaje para cenar esta noche. Los dueños son muy amables y el alojamiento precioso con vistas al río.

Jueves 13 junio:

Tras desayunar en nuestro apartamento, movimos el coche para acercarlo al centro. Una vez allí, seguimos un itinerario de un mapa turístico que encontramos en nuestra habitación. Odense es famosa a nivel turístico por ser el lugar de nacimiento de Hans Christian Andersen. Por lo que quitando, el ayuntamiento y alguna iglesia todo lo que se encontrará en la ciudad para visitar estará relacionado con el escritor.
Odense
Casa de infancia de Andersen
Recreación del estudio de Andersen en el museo
Lo más destacado son los cinco museos, la mayoría dedicados al autor. La entrada es única y con ella podremos visitar el lugar de nacimiento del escritor, la casa de su infancia y el museo dedicado a su vida y obra.

Además existen otros dos museos, el Møntergården y The Tinderbox, éste último más dedicado a los niños y nosotros optamos por no ir. El Møntergården es un interesante museo dedicado a la historia de la ciudad. El entorno del museo es bastante agradable con su patio de casas con entramado de madera.
Møntergården
Tras pasar la mayor parte de la mañana en Odense, nos dirigiríamos a Aarhus. Lo primero que haríamos sería ir directamente a Den Gamle By, un más que interesante museo al aire libre. Una vez en su interior, fuimos directamente a uno de los lugares habilitados para merendero a comer. Tras un almuerzo bastante agradable al solecito, tomaríamos el mapa del lugar para visitarlo. 

El museo se divide en tres épocas, todas interesantes: la vida antes de 1900, la vida en los años 20 y la vida en los 70. Existen recreaciones de edificios de cada época, con distintos oficios y hogares explicados. Es un museo al que hay que dedicarle entre 2 y 3 horas para disfrutarlo plenamente, por lo que estuvimos en su interior hasta la hora de cierre.
Den Gamble By
Den Gamble By

Den Gamble By
Y de ahí, ya nos fuimos al hotel, el Wakeup - Aarhus. No tenía parking pero sí un concierto con el parking del centro comercial que se encuentra justo al lado. Tras dar con el parking y hacer el checkin correspondiente nos fuimos a dar un paseo para conocer esta ciudad. 

He de decir que Aarhus no tiene nada especialmente llamativo. Destaca por raro el Ayuntamiento (pero no se puede decir que sea bonito). Parece una torre de entrenamiento de bomberos.También tienen un museo de arte pero nosotros no entramos por lo que no podemos opinar.
Ayuntamiento
Museo Arte Moderno
Llegamos hasta la Vor Frue Kirke, una enorme iglesia de ladrillo rojo que estaba cerrada. Los alrededores de esta iglesia son calles con bastante ambiente.
Vor Frue Kirke
Aarhus

Recorrimos un poco la ciudad y a última hora de la tarde volveríamos al centro comercial para buscar algún lugar donde cenar.

Antes de volver al hotel, buscamos por si había algún local de cerveza artesana que no supusiera alejarse mucho, y para nuestra fortuna así fue. Así que compartimos una rica cerveza en un local con mucho ambiente y a escasos minutos del hotel. 

Viernes 14 junio:

El día de hoy nos gustó especialmente. Empezaríamos visitando el  asentamiento vikingo de Fyrkat. Si se tiene interés por la cultura vikinga es una visita imprescindible. Se divide en dos partes pudiendo ir de la una a la otra andando o en coche. La primera que visitamos fue la recreación de un pueblo vikingo donde se puede aprender más sobre las costumbres de los vikingos.

Recreación del interior de una casa vikinga en Frykat
La segunda parada es el plato fuerte, donde se puede apreciar una recreación de casa vikinga junto con la fortaleza y el cementerio. Lo que el visitante verá únicamente el perímetro de la misma pero aún así es interesante de ver.
Recreación casa vikinga
Cementerio
Con este buen sabor de boca pusimos rumbo al Fiordo Mariager. Una forma muy bonita de recorrerlo es haciendo el sendero llamado Panorama Route. Son unos 10 kms de recorrido. Nosotros no quisimos hacerlo entero pero sí recorrimos casi en su totalidad el brazo de mar. Empezamos en el puerto recreativo de Hobro, donde comimos algo antes de empezar a caminar. Durante el sendero te cruzarás con animales como ovejas y vacas de una especie no muy conocida. Cuando decimos que te cruzas en muchos casos es literal ya que te las encuentras pastando en el camino. Siguiendo el sentido común no hay ningún problema con estos animales pues están habituados a los humanos.

Panorama Route
Panorama Route
Panorama Route
Optamos por no hacer el recorrido circular pues la parte que no discurre por el agua no nos llamaba mucho la atención. Aún así decidimos ir al meredendero que hay cerca de Bramslev Bakker para comer algo allí y tomar un café. Las vistas son bonitas.

Vistas desde el merendero
Con esto partiríamos al punto más al norte de Dinamarca, Grenen.Tras dejar el coche en la parking público (de pago pero el ticket vale para toda la zona de Grenen y Skagen) nos bajamos a la playa. En el camino te encuentras con varios búnkers de la segunda guerra mundial que no se pueden visitar por dentro.

Vistas de la playa cerca de Grenen
El paseo por la playa a esta hora de la tarde (sobre las 18) fue muy agradable. Tras unos minutos se llega al punto donde el Mar del Norte y el Mar Báltico se juntan. Es apreciable a simple vista pues un mar es bastante más tranquilo que el otro. Es un punto bastante turístico pero nosotros no tuvimos problemas en sacar varias fotos sin esperas del lugar. El camino de vuelta por la playa también nos encantó. Se supone que es posible ver focas pero nosotros no tuvimos suerte.

Paseo por la playa
Punto donde se juntan los dos mares
Y ya acabaría prácticamente el turismo programado del día de hoy. Iríamos a nuestro alojamiento a soltar el equipaje y luego a un supermercado cercano a hacer la compra para cenar. Como todavía quedaba mucha tarde decidimos dar una vuelta por el centro de Skagen, pero tampoco nos llamó mucho la atención. La parte más interesante es la zona del puerto.
Skagen
Por lo tanto, volveríamos a nuestro alojamiento a cocinar y degustar nuestra cena con un par de cervezas artesanas danesas.

Sábado 15 junio:

Nuestra primera parada del día sería en Voergaard Slot. Habíamos leído que era el palacio más hermoso de Dinamarca y, aunque no está mal, no nos pareció para tanto. La visita sólo se puede hacer con guía y es en danés. A los que no entienden el idioma les dan un folleto explicativo en inglés. 

Llegamos con una media hora de antelación con respecto a la primera hora de la visita y ya estaba cerrado el cupo, aún así compramos las entradas pensando hacer tiempo por allí. Pero la verdad es que los guías fueron super amables pues les preguntamos si podíamos entrar aunque nos habían dicho que estaba el cupo lleno y nos hicieron el favor, así no tuvimos que estar matando el tiempo más de una hora hasta el siguiente turno.

Voergaard Slot
La visita dura una hora más o menos y, al acabar, vimos que había alguna mesa de picnic en el parque así que optamos por almorzar allí mismo, aunque fuera algo pronto.

Y, con la tripa satisfecha, volveríamos al coche rumbo a Lindholm Høje Museet. La visita se compone de la visita al museo y la visita al cementerio.
Empezaríamos por el museo, el cual tiene dos amplias salas. La primera con tablets con información en inglés y, la segunda con carteles en inglés. En el primero se explica el yacimiento encontrado, cómo se realizó, cómo se conservó y las información que se ha podido obtener de él. En la segunda sala se cuenta la evolución del ser humano en Dinamarca.

Tras el museo, nos dirigimos al cementerio donde se pueden apreciar claramente tumbas con distintas formas: circulares, triangulares, en forma de barco, etc.

Lindholm Høje
 Nos pareció una visita muy interesante.

Y, con esta visita, sólo nos quedaba dirigirnos a Aalborg, donde pasaríamos la noche. Como era bastante pronto, decidimos ir primeramente a Aalborgtårnet, pues se encuentra retirado del centro para ir andando. Es una torre moderna, que tiene un pequeño restaurante (con precios aceptables) y unas bonitas vistas de la ciudad y de sus alrededores. Nosotros pedimos un poco de comer y allí hicimos un segundo almuerzo disfrutando de las vistas.

Almuerzo en Aalborgtårnet
Tras varias fotos, decidimos regresar al coche para ir hacer check in en el alojamiento. Se trata de Milling Hotel Gestus y está bastante bien de calidad/precio y ubicación. Muy cerca del hotel, hay un parking público que al ser sábado y mañana domingo, nos salió gratis.

Y, una vez, aterrizados en el hotel nos tomamos un café en recepción y nos pusimos rumbo a visitar esta ciudad.

Es una ciudad fácilmente visitable a pie, no tiene nada especialmente llamativo pero es agradable de recorrer, especialmente las pequeñas calles peatonales empedradas que rodean a Vor Frue Kirke.

Alrededores de Vor Frue Kirke
También destaca el Castillo de Aalborghus y la Iglesia Budolfi, la cual sólo pudimos ver por fuera.

 
Aalborghus
Budolfi

Lo mejor es hacerse con un mapa turístico donde se pueden recorrer los principales atractivos y pasear la ciudad.
Aalborg
Tras un par de horas visitando tranquilamente la ciudad, nos decidimos a tomar un par de cervezas artesanas en la terraza de un bar bastante agradable. Y poco más, pues debido a nuestros dos almuerzos no teníamos mucha hambre así que con un poco de fruta nos bastó para cenar en el día de hoy.

Regresamos al hotel a descansar y a pensar qué podíamos hacer en el día de regreso al aeropuerto.

Domingo 16 junio:

Estábamos a unas cuatro horas en coche del aeropuerto, que teóricamente teníamos que devolver sobre las cinco, pero como finalmente nuestro vuelo de regreso saldría una hora más tarde, nuestra intención era devolverlo sobre las seis. Así que mirando nuestra guía buscamos qué podíamos hacer durante la mañana del día de hoy. Así dimos con un impresionante museo, el Moesgaard Museum.

Nosotros estuvimos casi tres horas pero se podía estar mucho más tiempo, son muchas salas a visitar (de hecho la parte que trata sobre la etnología en otras partes del mundo optamos por no visitarla) y con mucha información en varios formatos: pequeños documentales, tablets, carteles, realidad virtual, etc. 

Lo más destacable del museo es el hombre de Grauballe. Es un hombre encontrado en un pantano en Dinamarca. Su estado de conservación es impresionante a pesar de tener más de 2000 años de antigüedad.


Grauballe Man
En las afueras del museo se puede visitar una casa del siglo XVIII, que nosotros prescindimos. También hay un camino en el que se pueden ver reconstrucciones de dólmenes. Nosotros intentamos buscarlos en coche, y finalmente dimos con uno. También se puede hacer recorriendo un sendero. Pero sólo recomendaría hacer esta parte si se tiene mucho tiempo porque el museo es realmente interesante.

Y, con esto, partiríamos hacia el aeropuerto donde haríamos la devolución del vehículo sin ningún problema y un autobús gratuito nos acercó a la terminal. Una vez pasada la seguridad, buscamos un lugar para cenar y tomar nuestra última cerveza del viaje. Salimos súper puntuales, cosa que agradecimos pues era ya un día bastante largo.