viernes, 14 de septiembre de 2018

Chipre


Viernes 14 de Septiembre: Hoy empezarían unas estupendas vacaciones de una semana en Chipre, un país que nos ha sorprendido gratamente y al que vamos a volver con toda seguridad. El vuelo con Cobalt Air transcurrió sin problemas y tras unas cuatro horas y media llegábamos al aeropuerto de Larnaca sobre las 21:30 de la noche, hora de allí.

Lo primero que hicimos fue ir a recoger el coche de alquiler. Elegimos la empresa local Petsas&sons, pues habíamos leído buenas opiniones y nos tramitaban el seguro para pasar a la parte ocupada.

Así que tras una rápida recogida del coche, en unos 15 minutos llegábamos a nuestro apartamento en Larnaca, Blue View. Tras contactar con nuestra casera, nos indicó donde aparcar el coche y nos mostró el apartamento. Así mismo nos indicó donde cenar y donde encontrar un mini super abierto a esas horas.

Hicimos una compra para los desayunos y picoteos varios y nos fuimos al restaurante que nos había recomendado para comer pescado. Eran cerca de las 11 y aunque tuvimos que elegir rápido para que no cerrara la cocina, no tuvimos problemas. Cenamos muy a gusto y bastante bien en Psarolimano (muy buen pescado). Y allí también descubrimos el vino blanco de la uva Xinisteri, ¡nos encantó!

Y ya poco más daba de sí este día. A descansar y ya mañana empezaríamos a conocer las playas chipriotas.

Sábado 15 de Septiembre
Hoy tomaríamos el coche en dirección Este hasta la zona de Ayia Napa. Tras más o menos una hora de camino llegaríamos a la zona de Cape Greco. Esta es una zona realmente espectacular, existen varias calas pequeñas de aguas cristalinas y colores turquesas donde bañarse es una auténtica delicia. Las de más fácil acceso son las que se encuentran pegadas a la zona británica donde además puedes observar la diferencia entre las dos costas, una de aguas turquesas y tranquilas y al otro lado el mar abierto y más salvaje.

Nosotros primero nos paramos donde vimos varios coches aparcados y al ver esas aguas no pudimos resistir la tentación de darnos nuestro primer baño del viaje. En la zona casi no hay gente pues para llegar al agua tienes que caminar por una zona de lava. No es peligroso ni exigente, pero no es lo más cómodo. Eso sí, bañarte ahí bien merece la pena.

Cape Greco
Luego ya sí fuimos hasta el Cape Greco propiamente dicho, pero allí ya no nos bañamos.
Cape Greco
Rondaba ya la hora de la comida así que decidimos ir a la bulliciosa Ayia Napa, en concreto a Nissi Beach. Esta zona nada tiene que ver con la zona de la que veníamos, aquí era todo bullicio, chiringuitos y sombrillas, por lo que optamos por comer algo rápido en uno de los chiringuitos pero no quedarnos a bañar.

Antes de buscar la siguiente playa, quisimos dar un paseo por la ciudad en sí. Lo más importante es sin lugar a dudas el pequeño Monasterio de Ayia Napa. Se llega fácilmente en coche y se visita rápido pues es muy pequeño. Los alrededores son los típicos de un resort de vacaciones, aunque a mediodía la zona está muerta.
Monasterio de Ayia Napa
Con la parte cultural del día cubierta, nos fuimos a buscar otra playa algo menos bulliciosa y, así, fuimos a la playa de Makronissos. Fuimos hasta el final de las hamacas, y allí nos dimos otro gran baño en aguas transparentes. Tras el baño nos fuimos a inspeccionar lo que había al otro lado de la playa y allí nos encontramos con una especie de muro en el mar, curioso de ver.
Makronissos
Con esto ya las horas de luz y playa daban a su fin y tocaba volver a Larnaca, para darse un baño y salir a cenar. Hoy iríamos andando por el paseo marítimo hasta llegar a la fortaleza que se encuentra al borde del mar. Pasada esa zona es como si otra ciudad apareciera, llena de restaurantes y gente.

Así que allí decimos cenar una mezze de pescado muy rica y abundante acompañado de otro vino de Xinisteri.

Paseo de vuelta visitando un poco la ciudad de noche, donde destaca la Iglesia de San Lázaro, aprovechamos para comprar algún souvenir y ya de vuelta al apartamento a descansar.
Iglesia de San Lázaro
Domingo 16 de Septiembre:
Hoy tocaría visitar la República Turca del Norte de Chipre, el territorio ocupado en la parte norte de la isla. Para entrar con coche es necesario disponer de un seguro especial o también se puede tramitar en el punto fronterizo. Nosotros nos hicimos un seguro para la semana por 40 euros, aunque es posible tramitarlo solo para un día. En principio, con un día nos hubiera bastado pero por si acaso cambiábamos de idea, nos sacamos para toda la semana.

Tras el trámite de la frontera es importante tener en cuenta que ya no se está en territorio de la UE (por ejemplo, nos dimos cuenta a tiempo para quitar los datos móviles del teléfono) aunque es una zona totalmente segura. Impresiona pasar por tantos puestos alambrados donde se ven carteles con dibujos de soldados armados diciendo que no se pueden hacer fotos, pero realmente no tuvimos sensación de peligro en ningún momento.

Nuestra primera parada sería en Alagadi Turtle Beach. Para ser más exactos, primeramente estuvimos en la playa que está pegada y que es la playa más cercana al núcleo urbano. Es una playa bastante buena, con sus aguas limpias, aunque hacia un lado se pierde el encanto pues hay muchas antenas y fábricas. Así que tras un baño en esa playa, recogimos las cosas y nos fuimos dando un paseo a la otra playa. A pesar de estar pegadas, el cambio es increíble. Es un oasis de naturaleza y tranquilidad, con muy pocas personas y sin ningún servicio. Unas aguas tranquilas y súper limpias, con multitud de pececillos. Allí estuvimos un buen rato disfrutando de un par de baños y de un rato de lectura, ya que nos habíamos traído algo de comida y no tuvimos la necesidad de buscar dónde comer.
Alagadi Turtle Beach
Tras disfrutar lo que quisimos de la playa, nos dirigimos a la principal de ciudad de esta parte de la isla, Kyrenia (o Girne). Es una ciudad muy turística, en la que destaca su enorme castillo medieval.

Nada más llegar, nos fuimos a la zona del puerto a tomar un café en una de las varias terrazas. Aunque la moneda es la lira turca, admiten euros sin problemas.

Y tras el cafecito, ya sí visitamos el interior del castillo. Es bastante grande y merece visitarse por dentro. 
Castillo de Kyrenia

También dimos un paseo por el interior de la ciudad, pero no es especialmente llamativo. Lo que sí merece la pena es bordear la zona del pequeño puerto para sacar una bonita foto del castillo con los barcos del puerto.
Puerto y Castillo de Kyrenia
Y con esto ya decidimos poner fin a nuestra incursión en el lado ocupado y nos dirigimos a la capital, Nicosia. La frontera se encuentra en mitad de la ciudad y tardamos unos buenos 30-45 minutos en poder cruzar la frontera por la cantidad de coches que había. 

Finalmente llegamos a nuestro hotel, el Hotel Royiatiko (tiene una estupenda piscina, que no tuvimos tiempo de disfrutar) y tras indicarnos donde aparcar, colocarnos en la habitación, darnos una buena ducha para adecentar nuestro look playero, nos fuimos a dar un paseo por la ciudad y cenar.

Cenamos en un restaurante griego muy bueno llamado Kathodon. Al terminar de cenar, como no era excesivamente tarde decidimos dar un paseo para ver el ambiente nocturno. Fuimos a una cervecería artesana local (Pivo/"πίβο") a tomar un par de ricas cervezas locales y visitamos la zona peatonal. Es una ciudad con mucho ambiente local y turístico, más del que me imaginaba.

Y ahora ya sí, vuelta al hotel a descansar. Mañana visitaríamos la ciudad de día.

Lunes 17 de Septiembre:
Hoy el día sería muy cultural. Tras un correcto desayuno en el hotel, empezaríamos visitando la capital, Nicosia, de día. Lo primero que visitaríamos está en lado ocupado, así que hay que hacer el trámite de control de pasaportes para peatones, tanto para entrar como para salir. Es un trámite curioso pero rápido.

En este lado destaca el Büyük Han, un edificio del siglo XVI que ahora es una especie de centro comercial pequeño, con varias tiendas. Lo que más destaca es el patio.
Büyük Han
Y muy cerca de este edificio, la otra joya es la Mezquita Selimiye. Es una antigua catedral del siglo XIII. Se puede visitar (salvo en las horas de rezo). Nosotros sólo nos asomamos, el interior es de paredes blancas.
Selimiye
Y con estas dos visitas, volveríamos al lado chipriota. Otra vez control de pasaportes, y nos dirigiremos hacia Famagusta Gate. Una de las puertas de entrada a la ciudad. Existen otras puertas, pero nosotros nos conformamos con ver ésta. 

En el camino hicimos varias pequeñas visitas, destacando el Hamam Omerye, que cerraba hoy por lo que tampoco nos habíamos planteado entrar. También es interesante visitar el Palacio del Arzobispo y el Monumento a la Libertad. En el camino de vuelta nos metimos por una serie de callejuelas muy comerciales, siguiendo un estilo muy de zoco. Y por estas callejuelas llegamos hasta la Calle Ledra, una de las principales calles del centro de la ciudad.

Y ya daríamos por concluida la visita a la capital de Chipre, por lo que volveríamos a nuestro hotel a hacer el checkout y ponernos rumbo a la siguiente visita cultural del día.

Esta visita sería el Sitio Arqueológico de Choirokoitia, que es un asentamiento neolítico. Este asentamiento tiene dos partes: la primera es una reconstrucción siguiendo los métodos de la época del asentamiento. En esta parte existen carteles explicando la estructura de la ciudad y la forma de vida. Quizá la parte más interesante de la visita.
Choirokoitia
La otra parte son los propios restos del asentamiento. Se pueden ver regular pues no se permite el acceso y están parcialmente cubiertos. Aún así, la visita es recomendable.
Y, tras un pequeño tentempié, nos pusimos rumbo al otro asentamiento neolítico que visitaríamos en el día de hoy. Se encuentra en el pueblo de Kalavasos. El asentamiento se llama Tenta. Este asentamiento nos gustó más que el primero, pues tiene estructuras de madera para poderse visitar y además está protegido por lonas que proporcionan sombra a los visitantes. 
Tenta
Tiene muchos carteles muy bien explicados donde te indican qué has de mirar y qué utilidad tenía. Es un recorrido bastante entretenido y es un asentamiento pequeño por lo que la visita no se alargará mucho tiempo. 

Nuestra última parada antes de nuestro destino final sería en Limassol. Dejamos el coche en un parking donde por 3 euros lo puedes dejar las horas que quieras y nos fuimos a buscar restaurante para comer. Encontramos uno que no estaba mal y nos comimos una musaka vegetal y un risotto bastante ricos.

Con las fuerzas recuperadas haríamos una visita a la ciudad. En ella destaca el Castillo Medieval. En él se puede ver una colección de cerámica y lo que para mí sería más interesante, una colección de piedras sepulcrales. Merece la pena una visita.
Castillo Limassol
Castillo Limassol
Tras visitar el castillo nos fuimos a tomar un café, que se alargó un poco más de lo esperado pues no fueron muy eficientes. Pero al menos pudimos tomar el café tradicional, el café de puchero o café turco.

Y lo otro que más destaca de la ciudad es su paseo marítimo. En él se encuentra el parque de esculturas (Prokymea). Además que el paseo es muy agradable para recorrer.
Limassol
Sin llegar a recorrerlo entero pero sí bastante nos decidimos ya a volver para poner rumbo a Paphos donde pasaríamos las siguientes noches en el Crystallo Apartments. Un apartamento bastante apañado que cuenta con parking para clientes.

El dueño nos recomendó cenar en Demokritos y nos encantó. Ese día había mucho ambientazo en la ciudad y el local estaba repleto, tuvimos suerte de pillar una mesa y disfrutar de una buena comida a buen precio. Durante toda la cena hay actuaciones de diversa índole, que te amenizan la cena.

Y ya el día no daría más de sí, nos volvimos al apartamento a descansar. Mañana visitaríamos la ciudad.

Martes 18 de Septiembre:
Hoy dedicaríamos la mayor parte del día a visitar Paphos. Si os gusta la arqueología esta ciudad es un paraíso. Empezaríamos yendo a la oficina de turismo para tener un mapa y enterarnos de los accesos a los restos arqueológicos. De camino a la oficina de turismo, se encuentra la Iglesia Agia Solomoni, de visita libre. 
Iglesia Agia Solomoni
Una vez visitada la iglesia y con la información turística en nuestro poder, recorrimos el paseo marítimo hasta llegar al pequeño castillo medieval. Ésta se puede visitar pero nosotros preferimos ir a la parte más antigua de la ciudad, así que únicamente tomamos fotos desde el exterior.

Muy cerca del castillo se encuentra la entrada al Paphos Archaeological Park. Al entrar te dan un mapita con todo lo que se puede visitar en su interior. Es un parque bastante grande por lo que para verlo bien se necesitan un par de horas al menos. Lo más interesante son la casas en las que se conservan en muy buen estado mosaicos de la época helenística/romana.
Paphos Archaelogical Park
Paphos Archaelogical Park
Tras visitar este parque, decidimos ir a comer así que tras algún intento fallido dimos con un restaurante aceptable de precio/calidad al borde del mar, donde nos comimos un buen pescado y una enorme ensalada griega.

El siguiente plato fuerte del día, y que personalmente me sorprendió bastante fue el otro yacimiento arqueológico, Tombs of the Kings. Antes de ir pasamos por el apartamento para recoger las cosas para irnos a la playa al terminar esta visita.

La tumba de los reyes se trata también de una enorme extensión donde se pueden visitar cámaras funerarias del siglo 4AC. Las hay de distinta envergadura y grado de conservación, pero es una visita imprescindible. Además el entorno, junto al mar no podría ser más bonito.
Tumba de los Reyes
Tumba de los Reyes
Tumba de los Reyes
Y con este buen sabor de boca y un calor y unas ganas tremendas de darnos un chapuzón, nos fuimos a Pissouri Beach. Una playa de guijarros tranquila (sobre todo si os alejáis de la pequeña zona de tumbonas) donde nos dimos un merecido baño tras un día de calor. Antes de irnos, nos tomamos un café chipriota en un chiringuito.

Y la guinda de este día sería la visita a la Roca de Afrodita (Petra tou Romiou), conocida por ser el lugar donde la leyenda sitúa el  nacimiento de Afrodita. El lugar es bastante bonito, sobre todo a la hora del atardecer donde la luz sobre la playa y las rocas es muy bonita.
Roca de Afrodita
Tras algunas fotos ya regresaríamos a nuestro apartamento para ducharnos y arreglarnos para ir a cenar. Hoy decidimos ir al restaurante que se encuentra enfrente del de ayer (Alkion Tavern) y que también nos recomendó el dueño del apartamento, pero esta vez no nos gustó especialmente.

Y antes de dormir, rematamos el día tomándonos unas copitas de vino chipriota en nuestra terraza del apartamento.

Miércoles 19 de Septiembre:
Hoy el día sería bastante variado. Tras desayunar en el apartamento, nos encaminamos hacia el Monasterio de Saint Neophytos. Este monasterio fue fundado por el recluso y escritor chipriota Neophytos en la segunda mitad del siglo 12. 

El monasterio consta de dos partes, la más interesante es la ermita excavada en la cueva de las montañas llamada Enkleistra, en ella se pueden admirar frescos bizantinos de los siglos 12 a 15.
Monasterio de Saint Neophytos
Monasterio de Saint Neophytos
La otra parte del monasterio es la parte más nueva en la que se puede visitar la Iglesia, con frescos post-bizantinos del siglo XVI y el museo eclesiástico (pequeño).

Tras visitar el monasterio nos pusimos rumbo al norte de la isla, en concreto a Latsi. Allí comimos en uno de los restaurantes con vistas al mar. Tras una comida ligera nos fuimos a disfrutar un rato de un baño en la playa. Tras el baño, un cafecito con vistas al mar.

El siguiente destino del día sería en el Parque Nacional de Akamas. Nos quedó pendiente visitarlo con mayor detenimiento, pero el acceso al mismo no es trivial, al menos la parte que va a la laguna azul. Es necesario un coche 4x4, de locos pensar siquiera meter un coche normal en esa zona. Así que  al llegar a la zona conocida como los Baños de Afrodita, dejamos el coche y contratamos un viaje en 4x4 de ida y vuelta a la laguna azul (30 euros, 2 personas).
El camino es bastante bonito, aunque no apto para personas con vértigo. En la laguna azul estuvimos casi 2 horas que disfrutamos como enanos. La hora a la que fuimos es bastante buena, pues ya casi no quedan barcos y puedes disfrutar de esta maravilla natural con casi absoluta soledad. Nos dimos varios baños en esas aguas cristalinas, leímos un rato, en fin, gozamos todo lo que pudimos hasta las 5 de la tarde que venía nuestro 4x4 a recogernos.
Laguna azul
Y para rematar otro día estupendo, tras recoger nuestro coche nos fuimos a cenar y a degustar unas cervezas artesanas en Aphrodite's Rock Microbrewery. Las cervezas, sin ser las mejores que hayamos probado están bastante bien y se puede comer estupendamente en un ambiente más de montaña.

Tras la cena, ya sí rumbo a Paphos donde tendríamos que preparar las maletas pues ya mañana cambiábamos de destino.
Jueves 20 de Septiembre:
El día de hoy sería bastante variado. Tras dejar el apartamento nos pusimos rumbo al Monte Olimpo. Se puede llegar en coche salvo los últimos 500 metros que se han de recorrer a pie. En la cima se encuentra un radar británico. La verdad he de decir que me decepcionó un poco pues pensaba que habría vistas desde el monte, pero las pocas que hay tampoco son espectaculares.

Nuestra siguiente parada sí nos gustó más, se trata del Monasterio Kykkos. Si no vas adecuadamente vestido, tienes una especie de batín en la entrada para poder ponértelo (tanto para hombres como para mujeres). 
Monasterio Kykkos
Es un monasterio muy turístico, cuya visita es gratuita (salvo el tesoro) y es bastante impresionante por la riqueza artística que posee. Es un complejo bastante grande y con varios recovecos visitables. En todas las paredes y techos se puede observar muchas obras de arte en forma de pinturas o mosaicos representando escenas bíblicas. 

También se puede visitar en su interior la Iglesia, muy cargada también de arte y muchos fieles. 

A la salida del monasterio, aprovechamos a comprar un par de snacks que vendían enfrente y nos los comimos ahí mismo.

Nuestra siguiente parada del día sería otro monasterio, pero nada que ver con el anterior. Se trata del monasterio de Agios Ioannis Lambadistis. Es un monasterio incluido en la lista de la UNESCO.
Agios Ioannis Lambadistis
En la iglesia ortodoxa se pueden apreciar frescos del siglo XIII bastante bien conservados. También se puede ver otros frescos de los siglos XV y XVI.

Esta ya sería nuestra última visita, nos pusimos rumbo a Larnaca, donde teníamos reservado un apartamento en Yialos Luxury Apartments. Este apartamento fue todo un acierto y la próxima vez que volvamos a Chipre repetiremos sin lugar a dudas.

Tras hacer el check-in y cambiarnos rápidamente, nos fuimos aprovechar el poco tiempo de sol que nos quedaba para darnos un último y súper agradable baño. La playa se encuentra a 100 metros del apartamento y una zona súper tranquila, por lo que se puede disfrutar de un baño de lo más relajante.
Último baño en Larnaca
Estuvimos aprovechando hasta que el sol se tapó por la pequeña colina y ya nos volvimos para darnos una ducha. 

Decidimos cenar en el apartamento para aprovecharlo al máximo, así que nos fuimos a una pizzería cercana (Lappas), donde nos trajimos una pizza bastante rica y con una botella de vino blanco disfrutamos de una estupenda cena.

Tras la cena un relajante baño en el súper jacuzzi del apartamento y, lamentándolo mucho, ya tocaba ir a dormir y empezar a despedirse de este gran viaje.

Viernes 21 de Septiembre::
Desgraciadamente ya tocaba a su fin las vacaciones, así que hoy devolveríamos el coche sin ningún contratiempo en el aeropuerto sobre las 8:30 de la mañana y haríamos los trámites para llegar a nuestra puerta de embarque. Hay que reservar un poco de tiempo para los trámites y la seguridad. El vuelo llegaría unos 20 minutos más tarde a Madrid y con esto tendríamos un fin de semana por delante para descansar de unas vacaciones estupendas.