viernes, 22 de junio de 2018

Canadá Este y Costa Atlántica

Viernes 22 de Junio: 
Hoy nos esperaba un largo día hasta llegar a Canadá, concretamente a Montreal. Nuestro vuelo saldría puntualmente de Madrid a las 13:30 y llegaría a Montreal el mismo día a las 15:40. Es importante saber que para viajar a Canadá hay que sacarse con antelación el ETA, lo cual es un proceso muy rápido que se hace desde varias páginas web.

Nuestra primera sorpresa fue con el finger/jardinera, que es el más futurista que hemos visto pues es todo automático. Se engancha a la puerta del avión y una vez embarcados, se desacopla, rueda y  te traslada al edificio del aeropuerto. 

Con eso ya haríamos el trámite de pasar por el control de entrada al país. Con unas máquinas te encargas tú mismo de rellenar el formulario de entrada y de tomar la huella y la foto. Con el papel que te imprimen, vas al control policial y, finalmente, ya puedes ir a por tus maletas.

Antes de salir del aeropuerto se forma otra vez una cola pues hay que devolver el papel que te sacó la máquina para poder salir de la zona de recogida de maletas.

Tras toooodo este proceso, nuestro siguiente paso sería localizar la máquina de venta de billetes para el transporte público. Si vas siguiendo las señales de autobús, se ve la máquina junto a la salida del edificio. 

Por 10 euros por persona, se compra una tarjeta de transporte público que te da derecho a usarlo durante 24 horas. Y ése fue el que nos sacamos.

Y ya con nuestro billete nos fuimos casi al final de las terminales de autobuses, pues es de ahí desde donde salen los autobuses al centro. Tras montarnos, se deja las maletas en los sitios habilitados para ello y se tarda cerca de una hora en llegar a la ciudad (depende del tráfico y de las obras).

Una vez apeados en la parada que queríamos, nos tocaba hacer un par de trámites antes de llegar a nuestro hotel. El primero fue todo un fiasco y fue el de intentar tener una SIM para poder tener Internet por Canadá. Finalmente compramos 2 tarjetas con Rogers, pues no permiten el uso compartido de datos con más de un dispositivo y más adelante descubríamos que la cobertura es sólo para la zona de Montreal y Quebec, así que se puede decir que fue dinero tirado. Al final nos apañamos pues traíamos los mapas de Google disponibles sin conexión y más o menos vas pillando alguna Wifi durante el viaje.

Este trámite nos llevó bastante más de lo esperado y aún nos quedaba el último trámite que fue cambiar algo de euros a moneda canadiense. En muy pocos sitios tuvimos que hacer uso del dinero físico, pues en el 99% de los lados te admiten la tarjeta (ojo, hay que informarse antes con tu banco de las comisiones por cambio de divisa). 

Y con todos los trámites ya resueltos nos fuimos a nuestro hotel a dejar las maletas, asearnos un poco y salir a disfrutar de las vacaciones.

Como ya eran las 8 de la tarde optamos por ir directamente al vicio, así que ya traíamos buscada una cervecería artesana en Montreal y allá que nos fuimos. El sitio es Benelux y allí nos tomamos un par de cervezas y un par de bocatas con lo que ya se nos fue pasando el cansancio de un día tan largo.

Tras cenar ya sí nos fuimos a pasear por la ciudad. Montreal es una ciudad que de noche tiene mucha vida y es bastante bonita por la iluminación. La zona más emblemática es el Viejo Montreal.

Así, llegaríamos a la Place d’Armes, una plaza muy famosa pues allí se encuentra la Basílica Notre Damme de Grâce la cuál veríamos por dentro al día siguiente. La estatua del fundador de la ciudad,Sieur Paul Chomedey de Maisonneuve, está en el centro de ella.
Place d'Armes
También es agradable darse un paseo por el Puerto Viejo. Y llegar hasta la plaza Jacques-Cartier, una plaza con varios restaurantes y artistas callejeros. Al final de la plaza se llega al Hotel de Ville, el ayuntamiento, que es de los edificios icónicos de la ciudad.
Hotel de Ville
Callejeando se puede ver algún que otro edificio interesante, como el Marché Bonsecours, que es un edificio de arquitectura neoclásica. Y también se puede disfrutar de diversos juegos de imágenes proyectadas.
Imágenes proyectadas por las calles de Montreal
Tras este paseo por la ciudad, y tras este día tan largo estábamos ya bastante cansados y decidimos retirarnos a descansar y ya terminar de ver la ciudad al día siguiente.

Sábado 23 de Junio:
Hoy también sería un día bastante intenso, pero la mañana la teníamos algo libre así que desayunamos tranquilamente en el hotel y fuimos a dar un paseo diurno por la ciudad. Empezaríamos el paseo por la Tower Clock y desde ahí pasaríamos el resto de la ciudad que ayer habíamos visto de noche. Aprovechamos para comprar souvenirs y para entrar en la catedral. Es de los pocos sitios que exigen cobrar la entrada en efectivo y merece mucho la pena visitarla por dentro. 
Catedral de Montreal
Seguiríamos callejeando por el Montreal Viejo, por Chinatown, compramos un par de ensaladas para comer y ya nos volvimos al hotel a recoger nuestras maletas.

Y con el equipaje a cuestas nos fuimos a recoger nuestra caravana, para ello tuvimos que tomar el metro (incluído con la tarjeta de transporte del día anterior) y un autobús que no estaba incluído pues se salía de la zona metropolitana (se puede pagar con tarjeta).

El día anterior tuvimos que llamar a CruiseCanada para saber la hora de recogida asignada y ésta fue las 14:00, y allí estábamos puntualmente. Tras visionar un video sobre el manejo de la caravana, ya nos entregaron la misma junto con las sillas de camping que habíamos alquilado también. Nos gustó mucho más el trato personalizado que tuvimos en nuestra anterior experiencia caravanera, no sé si con las pocas explicaciones que dan nos hubiéramos apañado bien si no hubiéramos tenido experiencia previa.

Una vez ya acoplados en la caravana, nos fuimos a un supermercado cercano para llenar la despensa: un carro lleno de comida pues queríamos minimizar el número de paradas a supermercados.

La compra nos llevó más de 1 hora y media, así que ya sólo nos quedaba tiempo en el día para llegar al camping de Quebec (unas tres horas de coche). Una vez hecho el check-in, nos pusimos a colocar nuestro equipaje y a preparar la cena.

Un día agotador pero ya mañana se acaban los trámites y empezaba nuestra aventura caravanera propiamente dicha.

Domingo 24 de Junio:
Nuestro camping tenía un servicio de shuttle para ir al centro de la ciudad, así que optamos por este medio. Cuando preguntamos por los horarios no nos avisaron de que había que reservar, así que amablemente nos buscaron un conductor y en 15 minutos ya estaba en la recepción del camping. En un trayecto de unos 15 minutos ya nos encontrábamos a los pies del Chateau Frontenac

Sin lugar a dudas es lo más destacable de la ciudad y no deja indiferente pues es grandioso.
Chateau Frontenac
Bordeando el chateau por el Paseo Tufferin o Terrasse, un paseo de madera que bordea el acantilado desde donde se tienen vistas del río San Lorenzo, se llega a una escalinata que llega a la Fortaleza de Quebec o La Citadelle. Si se quiere visitar por dentro hay que pagar la entrada, nosotros optamos por verlo simplemente por fuera. En esta parte de la ciudad se encuentra el Battlefields Park, un enorme parque que si se dispone de bastante tiempo parece agradable de visitar.

Desde allí nos fuimos a ver el Parlamento en la Plaza de la Asamblea Nacional. Para llegar se va rodeando el recinto amurallado del siglo XVIII.
Parlamento
Continuaríamos nuestra visita volviendo a cruzar la muralla y a adentrarnos en el Casco Antiguo, rumbo a la Iglesia de San Juan Bautista. Toda esta zona está llena de restaurantes y tiendas de souvenirs. Callejeamos por la zona hasta llegar a otra de las puertas de la muralla y decidimos bajar a la zona del río, a un pequeño mercado que vendía de todo: comida, flores, souvenirs. Nos compramos un pequeño bocado y seguimos paseando por el borde del río.

Con bastante hambre ya, paramos a comer en un acogedor restaurante (L'Oncle Antoine) donde probamos la sopa típica de esta zona, una pequeña pizza y dos buenas cervezas. 

Seguimos por la zona del río hasta llegar al Barrio de Petit Chaplain. Es el distrito comercial mas antiguo de Norteamérica. Lo más destacado es la calle Rue du Petit-Champlain, donde están sus famosos y enormes trampantojos callejeros. Es un barrio con mucho encanto aunque con mucho turista también. 

Petit Chaplain
Petit Chaplain

Por esta zona se encuentra la Place Royale y allí se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de las Victorias digna de visitar también. 
Petit Chaplain
Con esto ya daríamos por visitada la parte baja de Quebec y volveríamos a subir a la parte alta, donde nos quedaba alguna calle por visitar. También entramos dentro del Chateau Frontenac, donde pudimos visitar una pequeña exposición de arte bastante bonita.

A las 18:30 ya nos volvía a recoger el servicio de shuttle del camping y antes de las 19 ya estábamos en nuestra caravana. 

Lunes 25 de Junio:
Hoy no madrugaríamos mucho pues teníamos reservada una vía ferrata a las 11:30 y, aunque había que estar a las 11, no estaba muy lejos del camping. Así que desayunamos tranquilamente y nos pusimos en marcha a una hora prudente. La vía ferrata se encuentra en el Canyon Sainte Anne. El sitio ya merece la pena visitarlo de por sí, pero si además se contrata una de las varias vías ferratas la experiencia es más completa. Lo hicimos con la empresa Projet Vertical y fueron muy profesionales y agradables durante toda la duración de la actividad. 

Nosotros elegimos la vía llamada La Chute Package, que dura aproximadamente hora y media - 2 horas. En nuestro caso, hubo que hacer un parón a mitad de la actividad pues había riesgo de tormenta eléctrica. Aprovechamos ese parón para hacer un pequeño almuerzo y afortunadamente al poco ya salió el sol y pudimos hacer la tirolina y terminar la via ferrata. Impresionante toda la vía pero sobre todo la parte final donde se acerca uno mucho a la catarata. Totalmente recomendable.
Cañón de Santa Ana
Cañón de Santa Ana
Cañón de Santa Ana
Al terminar la actividad y antes de continuar nuestro camino comimos un poco más y como se nos había retrasado la actividad optamos por ir directos al camping del día y estar relajados el resto de la tarde que nos quedaba. En unas tres horas llegaríamos al Camping De L’Anse, junto a Saguenay's Fjords National Park.

Las vistas del camping (elegimos el sitio con antelación) son estupendas, y allí que nos hicimos nuestra barbacoa disfrutando de una buena cerveza canadiense. 
Vistas desde el camping
Martes 26 de Junio:
Hoy el día también empezaría con una actividad. Muy cerca del camping habíamos contratado una excursión para ir en kayak por el fiordo. Empezaba a las 9:30 y duraba unas 3 horas. Allí te dan todo el material necesario: traje de neopreno (si no vas en julio y agosto), zapatos adecuados, salvavidas, etc.

Durante el camino el guía te explica alguna pequeña cosa y si hay suerte podéis ver alguna foca, como nosotros tuvimos la gran suerte.

No es muy exigente físicamente pero si hay un poco de viento sí implica un poco más de trabajo cuando el fiordo está más abierto. Las vistas son muy bonitas, si os gusta hacer kayak éste es un buen lugar para ello.
Kayak en Saguenay
Kayak en Saguenay
Tras terminar la actividad, volvíamos a nuestra caravana con mucha hambre así que allí mismo hicimos una pequeña comida para recobrar las fuerzas. Con el estómago saciado, nos pusimos rumbo a Tadoussac. Para llegar allí hay es necesario tomar un pequeño ferry, gratuito. Son unos 10 minutos de trayecto. Una vez en Tadoussac, aparcamos nuestra caravana y buscamos el trail llamado Sentier de la Pointe-de-l'Islet. Es un trail de menos de 1 kilómetro muy conocido. Aquí se puede ver como el fiordo de Saguenay se encuentra con el río St. Lawrence. Esto genera gran cantidad de comida para las ballenas y, por eso, se supone que es un buen lugar para poder avistarlas. Nosotros estuvimos un rato tumbados en las rocas, comiendo algo, descansando y disfrutando de la paz del entorno, pero no vimos ni una sola.
Sentier de la Pointe de l'Islet
Sentier de la Pointe de l'Islet
Cuando ya consideramos que no merecía la pena seguir más tiempo allí, haríamos el pequeño trail Sentier de la Coupe, de 1.2 km. Se encuentra dentro del pueblo y se puede tener una visión de 360º (en algunos casos más fáciles que otros por los árboles), por lo que se puede ver el fiordo, el río y el pueblo. Es un trail que se hace muy rápido a pesar de que tiene una pequeña ascensión.

Con estos dos trails consideramos terminada nuestra visita a Tadoussac y nos pusimos rumbo a Les Escoumins, donde mañana teníamos contratada una excursión para ver ballenas y que nos dio la opción de poder hacer noche allí pues tienen servicios para caravanas.

Cuando llegamos, no había nadie así que llamamos y en unos 15 minutos vino el propietario que nos explicó donde estaba todo. Tuvimos el camping entero para nosotros, lo cual fue genial pues pudimos primero tomarnos una cervecita mirando al mar y posteriormente hacernos una barbacoa. Todo con la más absoluta tranquilidad. 
Camping
Miércoles 27 de Junio:
Como ya comentábamos en el día anterior, hoy teníamos contratada una excursión para ver ballenas. Como empezaba a las 10 de la mañana y ya estábamos en el sitio, nos levantamos tranquilamente y desayunamos con las mismas vistas con las que cenamos el dia anterior.

Llegada la hora, nos dan un abrigo extra pues en la lancha hace fresco y empezamos la excursión de unas dos horas de duración. Personalmente no recomiendo hacer esta excursión pues estuvimos primero intentando ver si había alguna ballena por la zona de Les Escoumins pero sin éxito, así que finalmente fuimos a la zona donde el río se une con el fiordo y allí pudimos ver 4 o 5 ballenas, pero siempre desde bastante lejos. Más adelante en nuestro viaje veríamos ballenas mucho más cerca y desde tierra firme (y gratis). Existen zonas mejores en Canadá para ver ballenas pues aquí, por ley, no se acercan mucho.

Tras estar en esta zona muy poco tiempo, pusimos otra vez rumbo a la zona de inicio de excursión. Al final se puede decir que esta excursión fue más un paseo en lancha que otra cosa.

Una vez desembarcados y devueltos los abrigos, nos pusimos en marcha a tomar el ferry a Tres Pistoles. Como íbamos bien de tiempo, paramos en una gasolinera y, para nuestra sorpresa, en ella pudimos hacernos con unas cuantas cervezas artesanas pues tenía muchas estanterías repletas de cervezas de todos los tipos. ¡El paraíso del amante de la cerveza artesana!

El ferry lo traíamos reservado y es recomendable hacerlo sobre todo si vas en caravana pues vimos que alguno se quedó sin poder entrar. Una vez dentro del ferry, haces el abono del trayecto. El trayecto tarda una hora y media, aprovechamos para estar un rato fuera observando el mar y un rato dentro leyendo.

Tras el ferry teníamos un trayecto de aproximadamente una hora y media a Lac-Témiscouata National Park. Nosotros teníamos reservado en el Camping Grand Lac-Touladi pero nos costó mucho dar con él pues las indicaciones de google no acertaban con el caminio correcto. Finalmente, preguntando en una gasolinera un chico que no sabía inglés (pero con el google maps nos apañamos) nos indicó la forma correcta de ir. Al final es que había caminos que google no tenía registrados. En fin, al final conseguimos dar con él y pudimos comprar madera y hacer una barbacoa para cenar.
Camping
Jueves 28 de Junio:
Hoy el día sería bastante de transación pero antes de irnos decidimos hacer alguna pequeña ruta por el parque Témiscouata, eso sí, bien untados de repelente para mosquitos. Hicimos la ruta hacia el Jardin des Mémoires, haciendo alguna parada para jugar con algunas de las atracciones que hay cerca del lago. En el Jardin des Mémoires se explica un poco de la historia de la zona desde la prehistoria hasta la actualidad y durante el camino se puede ver el trabajo de los castores en la zona.
Témiscouata
Trabajo de castores en Témiscouata
Témiscouata
Terminado este paseo y tras avisar en el camping de esta noche que llegaríamos después de las 6, ya sí nos pusimos en ruta pues hoy había una hora menos puesto que al cambiar de provincia había que adelantar el reloj una hora.

Nuestra primera parada sería en Grand Falls. Se trata de una zona donde se puede ver una presa de agua y unas cataratas de 23 metros (las más grandes al este de Niágara). Se trata de una bonita garganta de 1.5 km. Dispone de algunos miradores.

El día no estaba acompañando pues llovía bastante, así que antes de ver las cataratas comimos en nuestra caravana y armados con los chubasqueros salimos a disfrutar de las vistas.
 
Grand Falls
Grand Falls

Tras una odisea debido a la lluvia y al estado regular de las carreteras llegamos al camping, que se encontraba justo enfrente del mar. Llegando al camping tuvimos una pequeña alegría pues nos encontramos a varios ciervos por el pueblo.

Escogimos este camping por las vistas pero la verdad es que no las pudimos disfrutar mucho pues llegamos casi de noche y lloviendo sin parar. Además que, a pesar de que nos dijeron que nos dejarían instrucciones, no nos dejaron nada. Así que cogimos la parcela que más nos gustó de las que quedaban libres y ya descansamos con una buena cerveza, eso sí, en el interior de la caravana.

Viernes 29 de Junio:
Hoy sería uno de los días que más me gustó pues fue bastante variado y espectacular. Nuestra primera parada del día sería en el Irving Nature Park. Este parque tiene diversas rutillas, ninguna de ellas muy larga. Hay parkings en cada inicio de ruta y el camino es de tierra y de un solo sentido (es camino circular). 

Al poco de adentrarnos en este camino de tierra, nos salió al encuentro un puercoespín. Nos hizo bastante ilusión pues es lo que más nos gustó de nuestro primer viaje a Canadá, que te aparecen animales en su hábitat constantemente. Tras algunas fotos a una distancia prudencial, continuamos nuestra marcha hasta el parking donde comienza el Heron trail. Nosotros lo que hicimos fue seguir el Seal trail que también pasa por el parking para llegar al lado del mar. Una vez allí ya seguimos por el Heron Trail hasta llegar nuevamente al parking. En el camino nos encontramos también con el Frog Trail y también lo hicimos. Son paseos agradables entre el bosque o por el borde del mar.
Irving Nature Park
Irving Nature Park
Irving Nature Park
Una vez en el coche ya completamos el círculo para salir finalmente del parque. 

Nuestro siguiente destino también nos gustó bastante. Se trata de las St Martins Sea Caves. Es interesante saber de antemano cuándo van a ser las mareas altas y las bajas y lo ideal es poder disfrutar de ambas. Cuando nosotros llegamos estaba la marea en su punto más alto, por lo que las cuevas están inundadas por el mar. Junto a las cuevas hay un restaurante con una estupenda terraza donde nos pedimos una langosta deliciosa para compartir. Los precios fueron asombrosamente baratos.
St Martin's Cave
Langosta en St Martin's Caves
Tras haber estado disfrutando de lo lindo con la comida y las vistas nos pusimos en rumbo hacia Fundy Trail. No hay que llegar muy tarde pues tiene hora de cierre pero con un par de horas tienes bastante tiempo para disfrutar bastante de la zona. Existen muchos parkings a lo largo del recorrido y algunos trails que salen desde ellos. Nosotros paramos en el parking p2 y desde allí hicimos el Flower Pot Rock Scenic Footpath, disfrutando de sus miradores. 
Fundy Trail
Fundy Trail
Volvimos al coche y lo dejamos en el parking p8 para ir a visitar el Suspension Bridge. Volvimos a coger el coche y decidimos ir hasta el final del recorrido (salvo la parte que se adentra en el bosque) y luego ya ir parando según el tiempo del que dispusiéramos. Así, llegamos hasta el parking p12 en donde nos preparamos un café con vistas al mar y luego ya fuimos volviendo parando en los miradores que más nos habían llamado la atención a la ida. 
Fundy Trail
Fundy Trail
Ya cerca de la salida del parque hicimos un par de paradas más para ver las Fuller Falls, que debido a que el día anterior había llovido bajaban bastante caudalosas para esta época del año y también visitamos el Sea Captains’ Burial Ground
Fuller Falls
Con todas estas paradas nos dimos por satisfechos y salimos del Fundy Trail con un gran sabor de boca.

A la vuelta, volvimos a parar en St.Martin’s Sea Caves, pues ya era la hora de la marea baja. Impresionante ver todo lo que había bajado el agua en unas pocas horas. Se puede ir paseando hasta las cuevas (pero pasa un pequeño río, así que hay que descalzarse) y observar el bonito cielo que hay al atardecer.
St Martin's Caves
St Martin's Caves
Con esta bonita imagen en la retina nos pusimos rumbo al Fundy National Park, donde teníamos reservado en el Camping Chignecto. En el camino y, para rematar este día tan chulo, nos apareció otro puercoespín en la carretera.

Sábado 30 de Junio:
Hoy seguiríamos visitando la zona de la bahía de Fundy. Primero aprovecharíamos para hacer un trekking en el Fundy National Park y nos decantamos por Caribou Plain, un trail muy sencillito a través de un paseo de tablas de madera. Y posteriormente haríamos el Kinnie Brook un camino también sencillo pero algo más largo.
Caribou Plain
Kinnie Brook
Continuaríamos la visita de la zona, yendo a Cape Enrage. Para visitarlo, hay que abonar una pequeña entrada. Allí se puede disfrutar del faro y sus vistas, así como de una bajada a la playa (donde lo que sea vea será distinto si está la marea alta o baja).
Cape Enrage
Cape Enrage
Nuestra siguiente parada sería para mí el plato fuerte del día y es el Hopewell Rocks Park. Aquí es muy recomendable que se visite tanto con la marea alta como con la marea baja. Se abona el precio de la entrada y puedes entrar del parque durante 2 días. 

Existe un pequeño trenecito que te permite ir entre la zona de la entrada y la zona de la playa (2 dólares el trayecto). Te lo ofrecen en la entrada, pero si solo lo quieres para subir desde la playa lo puedes comprar abajo. Nosotros no lo sabíamos así que ya compramos para la subida pues ya era tarde y teníamos hambre.

Fuimos andando y cuando llegamos la marea no estaba del todo alta pero sí lo bastante para que solo pudieras pisar un pequeñísimo trozo de la playa. Hicimos unas cuantas fotos y nos volvimos en ese trenecito. 
Hopewell con marea alta
Hopewell con marea alta
Y ya muertos de hambre volvimos a la caravana a prepararnos algo para comer y lo hicimos en una de las mesas de picnic que había en el aparcamiento.

Tras comer, nos fuimos dando un tranquilo paseo comiéndonos un helado hasta regresar a la playa. Esta vez optamos por ir directos a la parte más alejada para, en cuanto se pudiera, volver paseando por la playa.

Cuando llegamos ya era posible caminar por la playa sin peligro (más o menos unas tres horas antes y después de la marea alta es posible ya caminar). El paseo por la playa fue genial, disfrutando de la tranquilidad de la naturaleza y disfrutando las curiosas formas que el mar ha ido erosionando en las rocas.
Hopewell con marea baja
Hopewell con marea baja
Hopewell con marea baja
Tras estar paseando un buen rato, ya nos volvimos a la zona del trenecito y compramos otros dos billetes para la vuelta.

Y, con esto ya daríamos por terminada la zona de Fundy e iríamos a nuestro camping, que se encontraba a un poco más de 2 horas de camino. Al llegar, nos costó un rato dar con nuestra plaza pues ya no había nadie en recepción, pero finalmente alguien del camping que nos vio dando vueltas nos indicó donde estaba nuestra zona. Una buena cena con una mejor cervecita y a descansar.
 
Domingo 1 de Julio:
Hoy sería un día de menos naturaleza y más urbano, pero también tuvo su encanto. Nuestra primera visita se encontraba a poco más de hora y media de nuestro camping y se trata del pequeño pero bonito pueblo de Lunenburg. Aparcamos gratis en un parking grande a pocos minutos del puerto y desde ahí nos fuimos caminando. De la ciudad lo más interesante es la zona del puerto (muy pequeña) y visitar las casas históricas y la iglesia. En poco más de una hora se recorre la ciudad tranquilamente. Tras las visitas nos fuimos a comer a un restaurante del puerto y, aunque la comida estuvo buena, el servicio fue tremendamente lento.
Lunenburg
Lunenburg
Así que un poco más tarde de lo que nos hubiera gustado, volveríamos a la caravana para ir a Halifax Public Gardens. Estos jardines se encuentran en la ciudad de Halifax, a una hora de camino de Lunenburg. Dejamos la caravana en un parking exterior (de pago) muy cerca de los jardines. Estos jardines son gratuitos y son muy agradables de pasear con buen tiempo. Coincidió con que hoy era el día de Canadá y había mucho ambiente, por lo que le añadió un extra a la visita. 
Halifax Public Gardens
Halifax Public Gardens
Y por hoy ya tendríamos bastante y así que nos volvimos al camping de ayer, que está como a otra hora de estos jardines. El día todavía nos preparaba una grata sorpresa pues, al llegar al camping, dos marmotas nos esperaban enfrente de nuestra plaza y ahí estuvimos observándolas hasta que un perro paseando las espantó.
Marmotas en el camping
Como ya es costumbre en nuestros viajes caravaneros, cenita y cervecita para rematar el día.

Lunes 2 de Julio:
Hoy nos esperaba bastantes horas de coche para llegar a Cape Breton. En concreto unas cuatro horas y media hasta Ingonish Beach, que sería nuestra parada. Nuestra idea era comer en algún punto de la famosa Cabo Trail, que empieza varios kilómetros antes de llegar a Ingonish. Pero la verdad es que esta parte de la carretera es sólo para el disfrute de los que tienen una casa en la zona pues no tienen buenas (ni casi tampoco malas) áreas de descanso. Así que como al final el hambre apretaba paramos en un restaurante que tenía zona de descanso y allí comimos.

A primera hora de la tarde llegaríamos al punto de información turística del parque y allí nos informó una chica muy maja sobre los mejores trails de todo el parque, tanto para la tarde de hoy como para el día de mañana.

Como el día estaba con niebla nos recomendó hacer el trail de Middle Head. El coche se deja en un parking (no el primero que es el del hotel) y desde ahí sale la ruta. Tiene una parte que es circular y otra que es el común a la ida y a la vuelta. El trail tiene un poco de bosque y bastante de vistas a los acantilados. Un día como hoy la visión era un poco limitada pero también tenía su encanto.
Middle Head
Middle Head
Middle Head
Y con este trail ya nos pusimos de camino a nuestro camping que se encontraba a escasos minutos. Haríamos noche en el camping de Broad Cove.

Martes 3 de Julio:
Hoy terminaríamos de ver el Cape Breton National Park aunque empezaríamos el día muy relajados. En el camping hay acceso a una playa en la que puedes elegir si bañarte en el mar o en el río. El mar estaba bastante frío pero el baño en el río fue bastante agradable teniendo en cuenta que hoy era un día de bastante calor.
Zona de baño del camping
Con el cuerpo ya más fresco, nos pusimos a hacer el sendero Franey, de 7.4 kilómetros y circular. Es un poco exigente a la ida debido al ascenso, pero una vez arriba las vistas son preciosas. Allí aprovechamos para comernos un bocata disfrutando del paisaje y de la tranquilidad. El descenso fue más normal tanto de dificultad como de belleza.
Franey
Franey
Finalmente llegaríamos a nuestra caravana y nos pusimos a recorrer el Cabot Trail. La carretera ahora sí empezaba a hacer honor a su fama pues hay tramos en los que es bastante chula y las vistas son inmejorables. Por lo que durante todo el camino hicimos varias paradas para sacar alguna foto. Incluido un cafecito con bollo mirando al mar.
Paradita para el café
En la otra punta del parque queríamos otro de los trail que nos habían recomendando, el Skyline. Es interesante llegar al atardecer pues las vistas son impresionantes. Cuando nosotros fuimos la parte que tienen circular estaba cerrada por mantenimiento así que la ida y la vuelta fue la misma. El camino en sí no es especialmente interesante, la parte más bonita es al final del trail donde se llega a una gran escalinata con el mar de fondo.
Skyline
Skyline
Tras disfrutar un poco del ocaso (sin llegar a ser total pues no queríamos conducir muy de noche) emprendimos el camino hacia el camping de Cheticamp. Aún así durante el camino hay algún mirador y no pudimos resistir la tentación de parar alguna vez más a hacer fotos a la puesta de sol.

Miércoles 4 de Julio:
Hoy el día también sería interesante y bastante variado. Empezaríamos la mañana haciendo el último trail que nos habían recomendando en Cape Breton y es el trail llamado Acadian, el cual empezaba en el propio camping. Es un trail de dificultad media pues tiene bastante ascenso, pero merece bastante la pena las vistas que se van a disfrutar por el camino. La vuelta discurre por el bosque y el río.
Acadian
Acadian
Y entorno al mediodía ya estábamos de vuelta en nuestra caravana rumbo a nuestro siguiente destino, Inverness Beach Boardwalk, el cual se encontraba a una hora aproximada de camino.

Es un pequeño trail de madera en el que se puede ver a un lado la playa y sus dunas y, al otro lado, un campo de golf. Al principio del camino hay una especie de cenador-kiosko a la sombra (la única del camino), así que como habíamos preparado un pequeño picnic y vimos que no había más sombra, volvimos a este kiosko a comer algo. Tras lo cual y como hacía bastante calor, nos animamos a volver a la caravana a por la ropa de baño.
Inverness Beach Boardwalk
Inverness Beach
De regreso a la playa, disfrutamos de un baño más que agradable. Aunque el agua al principio estaba fresquita luego el cuerpo se acostumbró y estuvimos un buen rato disfrutando del agua. A la salida pequeño paseo por la playa para secarnos y vuelta por el sendero de madera a la caravana.

Nuestra siguiente parada sería a West Mabou Beach Provincial Park. Es un pequeño parque provincial en el que se puede hacer algún trail (todos son bastante cortos) o disfrutar de la estupenda playa que tienen.

Nosotros tomamos un trail que salía más o menos de la playa siguiendo la línea del mar. En un pequeño merendero (una mesa y un banco) a la sombra, nos paramos a tomarnos el café que llevábamos preparado con un dulce disfrutando de las vistas al mar.
West Mabou Beach
Continuamos un poco más el trail por la línea de la playa y volveríamos tomando un trail que te volvía a sacar a la carretera y de ahí, en pocos minutos, de nuevo a la caravana.

Y, en poco más de media hora, llegábamos a nuestro último destino del día y donde haríamos noche, Caribou and Munroe's Island Provincial Park. Pensábamos que teníamos agua en el sitio pero luego resultó que no, así que nos tocó volver a sacar la caravana para rellenar el agua del depósito. Esta zona tiene unas vistas muy bonitas al mar, pero hay que tener cuidado con los mosquitos pues están ávidos de sangre.
Caribou and Munroe's Island
Intentamos una barbacoa, pero al final y debido a los mosquitos decidimos cocinar la carne fuera pero ya disfrutarla dentro sin ser atacados.

Jueves 5 de Julio:
Antes de ponernos en camino, disfrutamos de un desayuno al aire libre sin mosquitos y con las pilas cargadas nos fuimos a la playa. Te puedes bañar en la zona, pero para nuestro gusto había muchas algas. Nuestra intención era recorrer la playa hasta que nos cansáramos. Pensábamos que se podría llegar relativamente rápido hasta el final de la misma, pero la verdad es que caminar sobre la playa y sobre las rocas en ocasiones es bastante lento. Además que no había sombras. Por lo que después de un rato decidimos darnos la vuelta a la caravana y ponernos en marcha en el día de hoy. Al menos pudimos disfrutar del vuelo de un águila pescadora (osprey).
Caribou and Munroe's Island
Buscando algún punto donde hacer un alto en el camino pensamos en ir a Sackville Waterfowl Park, que se encuentra a unas dos horas de camino. Son pequeños trails pensados para ver aves principalmente. Nos preparamos un picoteo y allá que nos fuimos. Cerca de una torre de observación, hay bancos a la sombra y allá nos sentamos para comer. ¡Mientras comíamos pudimos ver una rata almizclera enorme nadando!
Sackville Waterfowl Park
Tras comer, hicimos el resto de pequeños senderos observando patos y algún que otro pajarillo y ya volvimos a la caravana para continuar nuestro camino.

A una media hora se encuentra la población de Shediac. Allí es curioso de ver la Giant Lobster. Una enorme escultura de una langosta (o bogavante americano) con un marinero. Nos hicimos la foto y estuvimos un rato en las mecedoras que hay frente a un laguito.
Giant Lobster en Shediac
Y sin mucho más nos pusimos en marcha hacia Kouchibouguac National Park. Como todavía hacia bastante calor decidimos ir directos a Kellys Beach. Tras dejar la caravana en el parking correspondiente, nos dirigimos hacia un pequeño sendero de madera que lleva directamente a la playa. Y allí nos dimos otro bañito super agradable y refrescante.
Kellys Beach
Cerca del parking está muy preparado para el turista pues disponen de baños y duchas gratuitos. 

Antes de ir al camping quisimos hacer el pequeño trail llamado Beaver. No es muy recomendable pues no nos pareció de gran interés y una vez más te comían los mosquitos.

Así que finalmente nos encaminamos hacia el camping de Cote Fabian. Aquí no tendríamos ningún servicio, así que nos tuvimos que asegurar antes de disponer de suficiente agua en la caravana. Una noche de mucho calor que daría lugar a una mañana lluviosa.

Viernes 6 de Julio:
Como bien adelantaba en el día de ayer hoy amanecería queriendo llover. Aún así quisimos hacer el trail de Osprey. Es un bonito paseo por el bosque y por la zona del lago, pero ya empezó a diluviar así que optamos por regresar sin terminarlo. Llegamos empapadísimos a la caravana. Lo bueno de este tipo de transporte es que es muy fácil secarse y ponerse ropa seca. 
Osprey
Osprey
Bajo la lluvia, nos pusimos en rumbo hacia Daly Point Nature Reserve. Llegaríamos a una buena hora para comer, así que antes de hacer nada nos preparamos la comida y comimos en la caravana. 

En esta zona hay 7 pequeños trails (total 7.5 kms de trails). Nosotros hicimos el Field Trail y Coastal Path. Es una zona agradable pero más que nada paramos por hacer algún alto en el camino. 
Daly Point Nature Reserve
Nuestra siguiente parada en el camino fue en Sugarloaf Provincial Park. Lamentablemente en verano es bastante prescindible. Subimos el coche hasta que ya nos encontramos la barrera de cierre e hicimos el sendero hasta el lago. Pero una vez más, los mosquitos hacían la estancia muy desagradable, así que nada más llegar al lago nos volvimos.
Sugarloaf Provincial Park
El camino hacia el camping municipal de Godefroi, donde teníamos la reserva, fue muy bonito. Se bordea toda la costa y es una carretera muy bonita de recorrer.
Camping
Llegamos a nuestro camping a muy buena hora puesto que hoy cambiábamos de provincia y, por tanto, tocaba atrasar una hora el reloj. El sitio que nos reservaron estaba en primera línea del mar, así que ninguna queja. El día era bastante ventoso así que cenamos dentro de la caravana.

Sábado 7 de Julio:
Hoy sería otro día de los que más me gustaron del viaje. El día no podían empezar mejor con un desayuno al solecito mirando el mar. 

El día continuaría conduciendo una hora y media hacia Percé, desde donde salen los barcos hacia la  Île Bonaventure et du Rocher Percé National Park. La carretera seguía siendo tan bonita de recorrer como el día anterior. Antes de llegar a Percé hicimos una pequeña parada en uno de los super que hay por la zona.

El barco que nosotros queríamos era Croisieres Julien Cloutier. En verano salen cada hora desde las 9 hasta las 2. La última vuelta es a las 5 de la tarde. 

Nosotros dejamos la caravana en un parking (de pago) que se encuentra pasada la empresa de cruceros y nos fuimos a comprar los billetes. Mientras esperábamos aprovechamos para hacer alguna foto de la roca Percé desde la orilla.
Roca Percé desde tierra
El viaje de ida es más largo (entorno a una hora) porque primero da una vuelta por la roca Percé y luego por la isla para que se puedan observar las colonias de alcatraces en los acantilados. Con suerte también puedes ver a algún alcatraz pescando.
Percé desde el barco
Acantilados de la isla
Una vez en tierra firma, existen varios senderos por la isla. Nosotros escogimos directamente el que va hacia las colonias de alcatraces. El sendero no es muy interesante pero es el más rápido y una vez allí, se te irá el tiempo observando las aves. Impresiona bastante ver tal cantidad de aves juntas y el sonido es único. Se puede observar cómo cuidan de sus crías, cómo protegen su territorio, cómo se cortejan, etc. Muy, muy interesante.
Alcatraz
Colonia de alcatraces
Alcatraz con su cría
Para volver optamos por el sendero que recorre la isla exteriormente. Hay que tener cuidado con la hora porque cuando el tiempo estimado para recorrer el sendero se mete en la última hora del barco, cierran el camino. Nosotros llegamos unos 10 minutos más tarde y nos dejaron pasar.

El sendero es más bonito y se puede ver alguna colonia más de alcatraces. Nosotros también pudimos ver a varias focas nadando en el mar.
Otra colonia de alcatraces
Camino del embarque
Como al llegar a la zona del embarcadero todavía era pronto, visitamos la casa histórica que se encuentra muy cerca y que se puede ver por dentro.

Volviendo a Percé pudimos ver alguna ballena en el camino.

Tras desembarcar, decidimos comprar un pequeño alcatraz de peluche para nuestra colección y ya nos pusimos rumbo al camping, en Forillion Petit Gaspe.

Domingo 8 de Julio:
Hoy dedicaríamos la mañana a visitar el Forillion National Park. Nuestra primera parada sería en el parking de l'Anse Aux Amérindiens. Y, desde allí, hacer el sendero hasta Cap Gaspé. El sendero es bastante bonito por las vistas hacia el mar, además es uno de los mejores sitios para observar ballenas desde tierra, pudimos ver muchas durante todo el camino. Al final del Cap Gaspé existe un faro, unas mesas de picnic y las típicas sillas rojas de los parques canadienses. Aprovechamos este paraje para comer algo y allí también pudimos ver muchas ballenas.
Camino hacia Cap Gaspé
Camino hacia Cap Gaspé
Cap Gaspé
La vuelta la hicimos por dentro del bosque y, gracias a unos turistas, pudimos observar a un alce que estaba comiendo entre las ramas. Es increíble que con lo grandes que son, costaba verle.

Al regresar a nuestra caravana nos pusimos rumbo a Cap Bom Ami. Éste fue otro de nuestros lugares preferidos del viaje pues tuvo de todo. Nada más llegar pudimos ver más ballenas desde tierra pero muy cerca, había varias y muy activas. Cuando ya el hambre hacía mella decidimos separarnos un rato de las ballenas y sentarnos en una de las mesas de picnic para comer. Aún desde las mesas pudimos ver alguna ballena.
Cap Bom Ami
Cap Bom Ami
Una vez recuperadas las fuerzas nos animamos a subir hasta el mirador que se encuentra en lo más alto, la lookout tower. El camino no es largo en cuanto a distancia pero es bastante empinado por lo que se tarda un poco en llegar hasta la torre pero, una vez allí, el esfuerzo merece muchísimo la pena. Las vistas de 360º son impresionantes. Hicimos varias fotos y ya hicimos el descenso y la vuelta hasta nuestra caravana.
Lookout tower
Cuando ya nos estábamos yendo pudimos ver otro puercoespín por la carretera alimentándose.

Y tras este bonito día de excursiones, nos quedaban unas 4 horas hasta el camping Matane, al que llegaríamos ya tardecillo.

Lunes 9 de Julio:
El propósito de este día era acercarse a una distancia prudencial de la zona de devolución de la caravana y aprovechar para hacer alguna parada interesante en el camino. La parada seleccionada fue como a una hora y media de nuestro camping del día anterior y sería el Parc National du Bic. No disponíamos de mucho tiempo para hacer rutas, así que tomamos el shuttle que lleva a Le Pic Champlain, que sale cada media hora desde las 12 a las 14:30. Una vez arriba, se pueden ver buenas vistas de Bas Saint Laurent. 
Le Pic Champlain
Tras alguna foto, volvimos a tomar el shuttle hasta el parking donde estaba nuestra caravana. Como no era tarde decidimos hacer alguna cosa más en el parque. Así que mirando el mapa que te dan a la entrada decidimos ir a la zona donde se pueden ver focas. Según esté la marea alta o baja, te aconsejan ir a uno u otro sitio. La marea en esos momentos no quedaba muy claro cómo estaba, así que fuimos a Pointe aux Épinettes. Ahí nos preparamos un tentempié y, aunque parecía ser el sitio adecuado pues estaban preparando una visita para su avistamiento, no vimos ninguna. Pero sí disfrutamos de unas bonitas vistas mientras almorzábamos. 

Pointe aux Épinettes
Como el otro punto (Cap Caribou) no se encontraba lejos, decidimos ir a probar suerte allí. Esta zona es más playa y tampoco había focas. Así que ya sí nos volvimos a nuestra caravana a seguir con nuestro camino.

Tras una hora y algo de camino, paramos en Rivière-du-Loup. Nuestra intención era buscar unas cataratas pero no dimos con ellas, y como tampoco teníamos mucho tiempo decidimos parar en un gran parque a tomarnos un café y así llegar a una hora más prudente al camping de esta noche. El cuál, se encontraba a unas 3 horas de conducción, el Camping des Voltigeurs. 

Hoy tocaba recoger nuestro equipaje de la caravana y hacer las maletas, así que fue una noche un poco cansada, pero afortunadamente conseguimos cenar fuera y que los mosquitos nos dejaran en paz (el resto de insectos voladores no tanto, pero al menos estos no pican).

Martes 10 de Julio:
Hoy era el día que teníamos que devolver la caravana y tenía que ser antes de las 11. Nuestro camping estaba a hora y media del lugar a devolver así que salimos con margen suficiente (hay un poco de tráfico en la zona de Montreal, así que hicimos bien). Tras el trámite de devolverla (no tuvimos ningún problema), tuvimos la suerte de terminar justo para tomar el autobús que va hacia Montreal y cuya parada está enfrente de CanadaCruise.

Así que sobre las 12:30 ya estábamos en Montreal. Como nuestro avión no salía hasta por la noche decidimos aprovechar el día para estar un poco más de tiempo en la ciudad y, para que la visita fuera más cómoda, buscamos un lugar donde poder dejar las maletas mientras hacíamos turismo. Así dejamos las maletas cerca de Berri UQAM usando la aplicación bagbnb y por 8 dólares por bulto se pueden dejar las maletas un día entero.

Una vez liberados del equipaje decidimos tomarnos el día con tranquilidad así que nos fuimos comiendo unos bocatas que habíamos preparado con la comida que nos quedaba de la caravana hacia una cervecería (
Les 3 Brasseurs) donde tomarmos un par de cervezas fresquitas y viendo cómo los quebequenses animaban a la selección francesas en el mundial.

Nos quedaba pendiente ir a visitar la Catedral, y eso hicimos después. Es más bonita por fuera que por dentro, pero al menos la visita es gratis. 
Catedral
Así que como esto era lo único que nos quedaba de la ciudad por ver nos pusimos rumbo a por nuestro equipaje dando un paseo y comiéndonos un helado.

Y ya no quedaba mucho por hacer, recoger las maletas, tomar el autobús 747 hacia el aeropuerto, facturar y hacer tiempo en el aeropuerto hasta la salida de nuestro vuelo que salía entorno a las 22 horas.

Miércoles 11 de Julio:
Y ya nuestra segunda aventura canadiense llegaba a su fin. Tras un vuelo agradable y tranquilo llegamos a Madrid sobre las 11:30 de la mañana, y tras recoger las maletas, tomamos el autobús de camino a nuestra casa. Hasta una próxima visita a este gran país.