miércoles, 13 de agosto de 2014

Malta

Malta es un país muy pequeño pero lleno de rincones que bien merecen una visita, donde podemos encontrar naturaleza, gastronomía, historia y cultura. Es recomendable el alquiler de un coche, porque aunque existen multitud de líneas de autobús, para llegar a algunos rincones es más complicado y además se pasa a depender de horarios que no siempre son lo frecuentes que nos gustaría. Eso sí, conducen un poco a la italiana.
No hay que dejar de probar sus deliciosos pescados, el conejo, sus postres y platos basados en su influencia italiana. Además, tienen muy buenos vinos a un precio tirado y buena cerveza. Eso sí, no suelen ser muy rápidos en el servicio.
Malta es un país profundamente católico y se encuentran testimonios de ello en casi cualquier esquina: multitud de vírgenes, santos, cruces, etc abundan en cada rincón de sus calles.

13 de agosto de 2014: Llegábamos a última hora de la tarde al pequeño aeropuerto de Malta. El hotel que habíamos seleccionado (Harbour Lodge) tenía servicio de recogida en el aeropuerto y nos estaban esperando puntualmente, por lo que en unos 20 minutos ya estábamos en nuestra habitación. Nosotros elegimos un pequeño pueblo pesquero llamado Marsaxlokk en un extremo de la isla, porque nos apetecía algo tranquilo y sin problemas para aparcar. Además las distancias dentro de la isla no son significativas (en menos de una hora llegas de un extremo a otro). Tras colocar todo y asearnos nos fuimos a dar un paseo y a cenar. La bahía es muy pequeña pero tiene mucho encanto con todos los pequeños barcos pesqueros típicos del país (llamados luzzus). El paseo está lleno de restaurantes para comer pescado muy bueno. Nosotros recomendamos el Café de París, que a pesar del nombre sirven comida que nada tiene que ver con Francia.
El hotel está bien, habitaciones y baño espacioso y buen desayuno. Nosotros elegimos la opción de habitación más coche de alquiler.

14 de agosto de 2014: Hoy dedicaríamos el día a visitar la capital, declarada Patrimonio de la UNESCO y también las llamadas Tres Ciudades. Dado que no íbamos a necesitar movernos mucho en transporte, decidimos ir en autobús, pues era más cómodo que llevar el coche a la capital. Por 1'50 euros por persona tienes derecho a coger todos los autobuses dentro de la Isla de Malta por un día (también existen bonos de una semana). Tras media hora de transporte llegábamos a la Fuente de Tritón, entrada a La Valeta, y donde acaban todos los autobuses que llegan a la capital.


Fuente de Tritón

La Valeta es una ciudad pequeña y la calle principal llamada Republic Street es peatonal y llena de comercios, restaurantes y tiendas de recuerdos. Como a mitad de la calle nos encontramos con la primera de las visitas obligadas en esta ciudad: La Co-Catedral de St. John. La entrada son 5 euros y te dejan una audio-guía muy completa para el recorrido por todas las salas. No te dejan entrar ni con tirantes ni con pantalones cortos, así que o te llevas tu propio pañuelo o antes de entrar te dejan uno (o varios).
La Catedral por fuera no parece muy allá, pero por dentro es realmente impresionante, con sus techos y paredes decoradas, y el suelo de mármol cubierto con las tumbas de los caballeros de Malta, siendo cada una, una pequeña obra de arte.


Co-Catedral de St. John


Suelo de mármol de la catedral
Seguimos dando un paseo por la capital, esta vez por la paralela a la calle principal, Merchants Street, donde existe un mercado callejero. Así llegamos a la siguiente visita obligatoria, el Palacio del Gran Maestre. Este palacio cierra los jueves, por lo que lo tendríamos que dejar su visita para otro día. Seguimos camino del Fuerte St.Elmo, y desde allí vamos bordeando la costa hasta llegar al War Memorial, donde se tienen unas bonitas vistas de las Tres Ciudades y del puerto.


Vistas de las tres ciudades desde el War Memorial

Y de ahí, nos fuimos a los Lower Barrakka Gardens, unos jardínes pequeños pero agradables desde donde se tienen unas vistas maravillosas.


Vistas de las tres ciudades y del puerto de Valleta desde los Lower Barrakka Gardens
 Ya era buena hora para pensar en comer y justo ahí había un pequeño bar donde pedimos un plato de comida típica maltesa y una ensalada, buen precio y estaba rico. Con las fuerzas renovadas, seguimos bordeando la costa hasta llegar a los Upper Barrakka Gardens. Estos jardínes son un poco más grandes que los anteriores y desde ahí también se pueden ver las Tres Ciudades y también la Saluting Battery


Upper Barrakka Gardens y la Saluting Battery

Y desde allí, nos fuimos al Museo Arqueológico pasando primero por el Auberge de Castilla, cuyo interior no es visitable pero su fachada merece una visita. La orden de los Caballeros de San Juan, Hospitalarios u Orden de Malta estaba dividida geográficamente en varias "lenguas", de las cuales Castilla era una de ellas. Este albergue era la residencia en la ciudad de los caballeros de Castilla y hoy en día es la sede del gobierno. En la capital podéis encontrar también los albergues de las otras lenguas, por ejemplo Aragón.


Auberge de Castilla

El Museo no es muy grande, pero es indispensable para entender mejor las visitas que se harían en días posteriores a los numerosos templos prehistóricos del país. Además, no hay que dejar de visitar la Dama Durmiente encontrada en el Hipogeo.


Dama durmiente

Tras la visita al museo, nos fuimos a tomar un café bien fresquito con un dulce típico maltés en el Café Cordina, muy conocido en la capital además de por sus postres por los frescos de la bóveda.
Con esto dábamos por finalizada la visita a La Valeta (por hoy) y nos dirigimos de nuevo a la Fuente de Tritón para coger el autobús hacia las Tres Ciudades, empezando por Vittoriosa, también conocida como Birgu. Ciudad con mucho encanto en la que lo más recomendable es pasear con tranquilidad por sus pequeñas y acogedoras calles y sus iglesias, modestas por fuera pero muy bonitas por dentro. Destaca la Iglesia de St Lawrence

 

Vittoriosa

Desde ahí se puede ir andando a las otras ciudades. La siguiente en importancia es Senglea, también conocida como Isla. En el trayecto pasarás por Cospicua, también conocida como Bormla.


Vistas de Senglea desde Vittoriosa con los taxis parecidos a góndolas


Cospicua


En la Ciudad de Isla es interesante el recorrido por la calle principal hasta los Safe Haven Gardens donde se puede ver una torre vigía con símbolos de los caballeros que representan vigilancia como ojos y orejas. Además las vistas no desmerecen.


Safe Haven Gardens
Con esto ya el día iba tocando a su fin y nos dirigimos de vuelta al hotel para darnos una merecida ducha y salir a cenar por el pueblo.

15 de agosto de 2014: Con idea de coger el primer ferry (aunque luego era una lancha motora) a Comino, nos encaminamos a Marfa a primera hora de la mañana. Recomiendan ir aquí a coger el ferry a Comino porque es más fácil aparcar el coche (con gorrilla, pero fácil de aparcar). Así que a las 8:30 ya estábamos rumbo a Comino donde estaríamos unos 20 minutos más tarde. Una vez en Comino, en concreto en la Blue Lagoon, alquilamos una sombrilla y dos tumbonas por 15 euros para todo el día. Recomendamos ir pronto por la mañana porque el primer baño sin casi gente, las aguas muy cristalinas y la tranquilidad que se respiran no es comparable con lo que te encuentras horas más tarde (sin dejar de ser bonito). 
Blue Lagoon
Desde Comino se puede ir a nado a la pequeña isla de Cominotto, donde existe una pequeña gruta nadable que da lugar a mar abierto. Muy bonito.


Cominotto
Además de un estupendo día de playa, también se puede ir andando a visitar la Torre de St.Mary. Son unos 15-20 minutos andando desde la Blue Lagoon, y si se va en Agosto es recomendable ir con gorro para protegerse del sol (no hay ninguna sombra). El paseo merece la pena por varios motivos. El primero por las vistas que se tienen de la Blue Lagoon desde lo alto y durante el camino. Y lo segundo porque aunque es una pequeña torre es bonita la visita, sobre todo, el video que proyectan con imágenes tomadas con un dron de la isla de Comino.
A las 16:00 de la tarde cogíamos el barquito de vuelta, en el trayecto te enseñana brevemente las cuevas que se forman por los acantilados de Comino, muy bonitos.


Camino a la Torre de St.Mary


Vistas desde lo alto de la Torre de St.Mary


La primera parada del ferry se hace en Marfa, así que a nosostros nos vino genial para coger el coche y regresar a Marsaxlokk.


Y tras esto, otro bonito día daba a su fin y volvíamos a Marsaslokk donde hoy probaríamos el típico pescado maltés, el Lampuki, muy rico. La temporada de pesca del lampuki va sólo de mediados de agosto a noviembre, así que tuvimos suerte.

Lampuki


16 de agosto de 2014: El primer destino sería la bonita ciudad de Mdina. El coche se puede dejar a la entrada de la ciudad en un parking gratuito (es probable que esté el típico gorrilla, nosotros por evitar líos siempre que nos encontrábamos con uno, le dábamos un euro y te quitabas de preocupaciones). Esta ciudad es muy agradable de recorrer, por algo la llaman la Ciudad del Silencio, sobre todo si se va a primera hora de la mañana. 

Entrada a Mdina

Es recomendable recorrer sus pequeñas calles sin casi tráfico.

Mdina

Lo más destacable es la visita a la Co-Catedral de St.Paul (merece la pena ver la plaza que se encuentra enfrente de la Catedral). La catedral es menos espectacular que la de la capital, pero aún así merece visitarse. La entrada son 5 euros.


Co-Catedral de St.Paul desde la Plaza

Con la misma entrada de la Catedral se incluye la visita al Museo de la Catedral y al Palacio de Piro, que alberga un museo sobre los gremios, las herramientas y las tradiciones.

Tras disfrutar de la visita nos dirigimos al Café Fontanella, parada obligatoria para todo aquel que visite la ciudad. Su carta de tartas te hará la boca agua y no sabrás cuál escoger, nosotros nos pedimos tres y todas buenísimas, además de nada caras. Todo esto en la terraza disfrutando de unas visitas muy bonitas.
Tras visitar Mdina nos encaminamos a Rabat. De una a otra se va andando pues Rabat empieza a la salida de la muralla de Mdina. En Rabat destaca sobre todo el Museo Wignancourt (lo más destacable es un altar portátil), la Iglesia de St.Paul en cuyo interior se pueden visitar unas catacumbas, unos refugios de la Segunda Guerra Mundial y la Gruta de St.Paul, donde se supone que San Pablo empezó a predicar el cristianismo tras naufragar en la costa maltesa el barco que lo llevaba preso a Roma. Todo esto se visita con la misma entrada, que se adquiere en el museo, el cual es además la vía de acceso a las tres cosas.

Refugios de la Segunda Guerra Mundial

Catacumbas

Gruta de San Pablo
En Rabat existen varias catacumbas. Nosotros visitamos las que están debajo de la Iglesia de San Pablo y las Catacumbas de San Pablo (que por el nombre parece que son las mismas pero son dos distintas). 

Además de esas, existen otras catacumbas visitables (como las de St.Agatha), pero para nosotros ya era suficiente. 

También se puede visitar la Domus Romana, una antigua casa romana en la que lo más destacable son los mosaicos de los suelos. Del resto de la domus no queda casi nada en pie y la entrada es cara para lo que ofrece.

Mosaico del suelo de la Domus Romana
Tras Mdina y Rabat, cogeríamos el coche para ir a Mosta. En esta ciudad lo más destacable es la Iglesia de St.Mary, con una de las cúpulas más grandes del mundo. Además, esta iglesia es curiosa porque es redonda, es decir, no es sólo que la cúpula sea grande, sino que la planta de la iglesia es circular y la cúpula abarca toda la superficie. 


Iglesia de St.Mary en Mosta

Como estábamos en fechas de la festividad de la Asunción de la Virgen, la iglesia estaba especialmente decorada para la ocasión. Luego comprobaríamos que esta festividad es muy importante en el país, y numerosas ciudades decoran sus calles con motivo de la misma.
De ahí, nos dirigimos a Dingli y sus acantilados. Este pueblo en sí no tiene gran cosa, pero decidimos pararnos porque la decoración de las calles por la festividad de la virgen era realmente espectacular. 

Dingli

Los acantilados están bien señalizados, pero quizá la zona que recomiendan con miradores no sea la más bonita porque no ves la verticalidad de los mismos sino la ladera previa y pierden su encanto. Sin embargo, si continúas en dirección al Este, sí se aprecia una vista más impresionante de los mismos. 


Dingli Cliffs


Muy cerca de estos acantilados, se pueden visitar la Clapham Junction, ubicación de unas extrañas marcas en el suelo de las que todavía se desconoce el propósito y la antigüedad. Les llaman rodaduras de carros porque podrían ser el resultado del uso de carros, quizás por los fenicios, para transportar piedra. Pero nada se sabe a ciencia cierta.


Clapham Junction
17 de agosto de 2014: Hoy iríamos a visitar la tercera isla, Gozo. Pero antes nos dimos un paseo por el mercado que hacen todos los domingos en Marsaxlokk, en el que puedes encontrar regalos, ropa, y lo más interesante, un curioso mercado de pescado, donde se pueden ver los típicos de la zona.


Puesto de pescado en el mercado de Marsaxlokk

Tras lo cuál nos dirigimos al otro extremo de la isla, rumbo a Cirkewwa donde embarcaríamos en el ferry con el coche, necesario para aprovechar el día en Gozo lo máximo posible. El ferry sólo se paga al volver y cuesta unos 20 € para un coche con dos ocupantes. Tarda una media hora.

Una vez en la isla, nuestro primer destino fueron los Templos de Ggantija, en la localidad de Xaghra. En la visita se incluye un pequeño museo donde se explican y se pueden ver algunos de los objetos encontrados. Afirman ser las construcciones de esta complejidad más antiguas que se mantienen en pie en todo el planeta.

Templos de Ggantija
Nuestra siguiente visita fue la Basílica de Ta'Pinu. Es una iglesia relativamente moderna, pero llama la atención por su tamaño y por la ubicación fuera de cualquier pueblo. Fue construida en lugar de una pequeña capilla y es un lugar de peregrinaje. En el interior existe una curiosa colección de ex-votos.


Basílica de Ta'Pinu
La siguiente parada sería Azure Window en Dwejra. Es una impresionante formación rocosa. Muy bonitos los colores azules del mar y los alrededores, como la Fungus Rock. 


Azure Window


Fungus Rock al fondo

Muy cerca de Azure Window (pasada la plaza donde se encuentran algunos puestos) se encuentra el Inland Sea, un pequeño mar interior nutrido por unas pequeñas aberturas al mar. Buen momento para remojarnos y darnos un buen chapuzón. 


Inland Sea
Comer en alguno de los restaurantes de la zona no es caro, sobre todo por la cantidad de comida que ponen (no conseguimos terminarnos todo). Probamos el conejo, muy típico en Malta y es absolutamente recomendable.

Y ya fresquitos y con el estómago contento, nos pusimos rumbo a la capital, Victoria (también conocida como Rabat). Es una ciudad pequeña en la que destaca especialmente la ciudad amurallada llamada Citadella

Citadella
Es recomendable recorrer sus pocas calles y recorrer el perímetro de muralla. Del interior de la citadella destaca su Catedral (entrada gratuita). En ella destaca el trampantojo de la cúpula del techo, aunque parezca mentira no existe tal cúpula, muy logrado.

Catedral
Fuera de la muralla y cerca de la Citadella, se pueden visitar otras dos bonitas iglesias: Iglesia de St. George e Iglesia de Santiago.

Tras un intento fallido de tomar un café, nos pusimos rumbo a nuestro último destino en Gozo: Ramla Bay. Antes de llegar a la playa propiamente dicha se encuentra la llamada Cueva de Calypso, la cual, es recomendable por las vistas que se tiene de la playa (la cueva no logramos verla). Tras tomar la foto, bajamos a darnos nuestro último baño en aguas de Gozo. Es una de las pocas playas de arena que tiene Malta y ésta destaca por su tono rojizo y por la estatua de la virgen que allí se encuentra.


Ramla Bay desde el mirador de la Cueva de Calypso

Y ya con esto, tocaba volver al ferry y luego coche hasta Marsaxlokk (que nos tocó llegar de noche y no es agradable conducir de noche en Malta por según qué rutas).

18 de agosto de 2014: Hoy teníamos la cita para visitar el Hipogeo a las 11 de la mañana (altamente recomendable e imprescindible reservar con unos dos meses de antelación si no quieres perderte la visita). Hasta entonces, nos fuimos a visitar los templos de Tarxien que se encuentran a unos 5 minutos del Hipogeo. Estos se visitan en unos 30 - 45 minutos y son muy interesantes. Parece que adoraban a una deidad representada por una mujer gruesa de la que se conservan los pies.

Templos de Tarxien

Como nos seguía dando tiempo hasta las 11 nos fuimos a visitar la Iglesia de Paola y a tomar un tentempié.

Y ya llegó la hora de la visita. En el Hipogeo no se permiten hacer fotos, así que nos compramos 3 postales de lo más representativo del mismo. 

La primera parte de la visita es un interesantísimo documental (en tu idioma) sobre la historia del Hipogeo y cómo fue descubierto. Y el resto de la visita se completa con un audioguía que va explicando los puntos más interesantes del Templo. En total es una hora de visita. Sólo se permite entrar a un pequeño grupo cada vez y todo se mantiene a oscuras iluminando brevemente durante la visita. Durante la visita se podrán contemplar las distintas salas, algunas de ellas conservan todavía pinturas en ocre rojo en techo y paredes. Para nosotros absolutamente imprescindible y de lo de más impresionante.

Antes de reanudar el camino, nos tomamos un arroz gratinado con queso y carne picada (muy típico maltés) tras lo cuál nos pusimos rumbo a St.Paul's Bay. Dimos un vistazo a la bahía, que tiene bonitas vistas. 

St. Paul's Bay
Te puedes bañar en la zona, pero preferimos postponer el baño para ir a la Playa de Mellieha. Es un playa de arena artificial, no es especialmente bonita, pero si se va con tiempo a Malta se puede hacer una paradita de 2 ó 3 horas. Nosotros alquilamos una sombrilla y dos tumbonas por 13 euros (con regalo de 2 cafés) y aprovechamos para darnos un par de baños, comernos unos bocatas que habíamos preparado y descansar.

De vuelta a Marsaxlokk, pasamos (por casualidad) por los Templos de Skorba. Con la cantidad de templos que tiene Malta estos no destacan especialmente, pero si se está por la zona, se pueden ver a través de una valla sin problemas. (También se pueden visitar por dentro, pero sólo abren tres días a la semana y pocas horas).

Templo de Skorba
Hoy iríamos a cenar a un pueblo cercano, llamado Marsascala, que ha crecido mucho en los últimos años, pero su oferta de restaurantes nos pareció pobre. Aunque sí tiene un gran paseo marítimo para dar buenos paseos.
 
19 de agosto de 2014: Hoy visitaríamos la Blue Grotto. Nuestra idea original era haberlo hecho en kayak, pero tras 2 intentos no fue posible debido al viento, así que tuvimos que conformarnos con la visita que se hace desde las barquitas. Es bastanto caro, 8 euros por persona, y sólo dura media hora. Personalmente no me gustó demasiado, porque podía hacerse más lento y dejarnos disfrutar un poco más. 

Blue Grotto
Existe un mirador, que complementa la visita para ver la Blue Grotto desde arriba.

Blue Grotto
Tras esto nos dirigimos a ver los otros dos templos más importantes de Malta: Mjandra y Hagar Quim. Es una interesantísima y completa visita. Los templos se encuentran en un excelente estado de conservación. Por un euro más tienes la opción de coger una audioguía, opción que recomendamos porque sacas mucho provecho a detalles que de otra forma no se entenderían. La visita a los dos templos la empezamos con una película 4D donde se explican las distintas teorías sobre la civilización que las construyó, su desaparición, su conservación, etc. Muy didáctica y entretenida. A continuación, existe una sala que profundiza en los objetos encontrados en la excavación y las distintas teorías sobre el templo. Impresiona el conocimiento astronómico que ya tenían en la época.

Y, finalmente, nos adentramos a visitar los templos con nuestra audioguía. Para nosotros es de las visitas obligadas a Malta.

Primero se visita Hagar Quim. En este templo se pueden encontrar dos elementos que destacan especialmente: uno por la altura (más de 5 metros) y otro por el peso (20 toneladas).

Hagar Quim

Hagar Quim
Muy cerca se encuentra el Templo de Mjandra, que es el mejor conservado, aunque destaca especialmente el diferente estado de las piedras que dan al sur y de las que están más protegidas de la acción del sol. 

Mjandra

Mjandra
Al terminar la visita, ya era buena hora para pensar en comer y como comprobamos que Malta seguía siendo barata para comer, decidimos comer en el restaurante que se encuentra allí. Comida muy rica y a buen precio, y como siempre, abundante.

Y como ya hacía mucho que no nos dábamos un chapuzón, decidimos ir a Pretty Bay a remojarnos. Es una pequeña playa de arena natural, normal pero muy agradable para darse un baño. La siguiente parada, sería otro baño esta vez en la Peter's Pool. Esta piscina natural de agua de mar se encuentra muy cerca de Marsaxlokk y sólo se puede acceder en coche o una media hora andando desde el pueblo. Merece la pena ir, porque es un lugar con poca gente, con aguas muy claras y donde se puede descargar un poco de adrenalina saltando al mar desde el borde de la "piscina".

Peter's pool
20 de agosto de 2014: Último día en este pequeño gran país. Hoy volveríamos a visitar La Valeta para visitar lo que nos había quedado pendiente del primer día. Como hoy sí teníamos pensado visitar otros lugares nos llevamos el coche. Hay varios parkings antes de entrar en La Valeta, pero se llenan rápido por lo que aconsejamos ir prontito. Por 3 euros pudimos dejar el coche todo el día.

Empezamos visitando Floriana, el pequeño barrio que hay antes de entrar en la capital. Existe un recorrido peatonal para visitar las pequeñas atracciones, muy bien indicado. Lo más destacado es la Iglesia de San Publio (que cierra a las 10 de la mañana). Tras Floriana, nos encaminamos a La Valeta. Nuestra primera parada sería la Biblioteca. Visita interesante ya que contiene los libros que los caballeros de Malta iban legando a la Orden tras su muerte. 

Biblioteca
La siguiente parada sería el Palacio del Gran Maestre. Impresionante, sobre todo, el pasillo con sus paredes y techos pintados y las armaduras en los laterales. También llama la atención la colección de tapices.

Palacio del Gran Maestre

Palacio del Gran Maestre
Con la entrada al museo, se incluye la visita a la armería con una extensísima colección de armas cronológicamente explicadas (la audioguía es gratuita). 
Con estas dos visitas completábamos la visita a la capital, pero dedicamos un poco más a callejear el centro. Callejeando nos encontramos con la Catedral Anglicana de San Pablo, donde merece la pena entrar (es gratuita, sólo te piden un euro si quieres hacer fotos, y por la visita sugieren dar un donativo).

Y con esto terminábamos la segunda visita a la capital. En la entrada de La Valeta hay muchos puestos y en uno de ellos compramos una Timpala (especie de lasaña hecha con macarrones grandes) y un bollo para reponer fuerzas antes de volver al coche.

La siguiente parada de este día sería Zabbar, en la que destaca la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia, muy bonita. 

Iglesia de Nuestra Señora de Gracia
También existe un arco de triunfo construído en honor del último Gran Maestre de Malta (Hompesch Gate). No se encuentra en el centro del pueblo, sino a las afueras, muy cerca de Cospicua.

Y nuestra última parada sería la Gruta Ghar Dalam. La visita incluye dos salas donde se explica la formación de la cueva y los restos encontrados en ella (muchísimos huesos). Recomendamos primero visitar las dos salas y luego bajar a la cueva. Esta cueva es pequeña (la parte que dejan visitar) pero es interesante. Lo más interesante es la historia de cómo los animales emigraron a Malta en la época de las glaciaciones al bajar el nivel del mar y cómo se tuvieron que adaptar para sobrevivir (por ejemplo, se han encontrado huesos de elefantes e hipopótamos enanos).


Gruta Ghar Dalam

Con esto, ya volvíamos a Marsaxlokk, donde aprovechamos el tiempo tomando unas tartas en el iPlace (un bar que se encuentra al final del paseo marítimo, pasada la iglesia). Es curioso porque te dejan un ipad durante tu estancia. Su carta de comida es muy amplia, está bien de precio y cocinan bien). También conseguimos visitar la iglesia del pueblo que siempre pillábamos cerrada y disfrutar por última vez de la vista de los luzzus en la bahía. 

 
Bahia de Marsaxlokk