miércoles, 14 de octubre de 2009

Praga y Dresden


14 octubre de 2009: Llegábamos muy pronto a Praga, por lo que antes del mediodía ya estábamos visitándola. Empezamos por Klaster sv. Anezky Ceske (Convento Santa Inés de Bohemia). De ahí, paseando por las calles de Praga (sin dejar de observar las edificaciones, que son una maravilla), llegamos a uno de los puentes que atraviesan el río, en este caso, al Čechův Most. Desde este puente se pueden tener unas grandes vistas.

Čechův Most

Y, de ahí, al barrio judío. Lo primero que te encuentras, es un restaurante, pero cuyo edificio es bastante impresionante.


Restaurante en el barrio judio
En este barrio, destaca la Sinagoga Staranová y el Museo Judio. En el cruce de las calles Kaprova y Křižovnická, se tiene una gran vista de la Catedral de San Vito.

Al fondo, Catedral de San Vito
Dentro del barrio judío, sobrecoge la visita al Antiguo Cementerio Judio, donde se pueden observar miles de tumbas hacinadas.


Cementerio Judio

Otra sinagoga digna de visitar es la Sinagoga Pinkas, donde las paredes están escritas con los nombres de los judíos checos y eslovacos víctimas del holocausto.


Sinagoga Pinkas

Y ya tocaba degustar la gastronomía checa, que no nos defraudaría en absoluto. Como tampoco lo harían sus deliciosas cervezas. Nuestra primera experiencia fue en el Restaurante U Golema, muy bonito por dentro.

Muy cerca del barrio judío está la Plaza de la Ciudad Vieja, donde se encuentra el famoso reloj astronómico. Hay que ir a las horas en punto para ver y oír el  desfile de los doce apóstoles.


Reloj astronómico en la Plaza de la Ciudad Vieja
A la torre se puede subir, cosa que es muy recomendable por las vistas que desde allí se tienen.


Vistas desde la Torre del Reloj

Vistas desde la Torre del Reloj
Momento de disfrutar de un dulce típico (trdelník), comprado en la misma plaza.

Trdelník en la Plaza de la Ciudad Vieja

15 octubre de 2009: Hoy empezaba el día nevando, y nosotros lo dedicaríamos a visitar el Castillo de Praga. Todo el recinto se puede visitar con audioguía, lo cual lo hace más interesante si cabe. Lo primero que te encuentras es la Catedral de San Vito, una auténtica joya por dentro y por fuera.



Catedral de San Vito

Seguimos la visita del castillo, ahora al Antiguo Palacio Real, a la Basílica y Convento de San Jorge y al Callejón de Oro (muy acogedor). Desde el castillo también se tienen unas vistas muy bonitas de la ciudad de Praga.


Vistas de Praga desde el Castillo
Tras el castillo, seguimos hacia la Iglesia de Nuestra Señora de Loreto, muy cercana al castillo.

Iglesia de Nuestra Señora de Loreto

Y ya por último, a la Plaza de Wenceslao.

16 octubre de 2009: Hoy visitaríamos la Iglesia de San Nicolás, muy bonita.


Iglesia de San Nicolás

Y de ahí, al famoso Puente de Carlos , cuya fama no defrauda, es una auténtica joya.


Puente de Carlos

Por esta zona de Praga, también se encuentra otra Iglesia de San Nicolás, con una plaza muy bonita.


Plaza enfrente de San Nicolás

Volviendo ya por el Puente de Carlos, muy cerca de la Plaza de la Ciudad Vieja, nos encontramos con Prašná Brána (Torre de la Pólvora).

Prašná Brána

Una última despedida a la Plaza, porque ya mañana nos iríamos de esta preciosa ciudad.

Plaza de la Ciudad Vieja

17 octubre de 2009: Volvíamos a Alemania, que ya nos había cautivado con Berlín, y esta nueva ciudad tampoco nos decepcionó. Llegaríamos en tren a última hora de la tarde, y nuestra primera experiencia en Dresde fue el pasaje Kunsthof. Realmente único, son cinco patios cada cual más original. Lo vimos de noche, y nos gustó tanto que decidimos volver otro día para disfrutar de él con plena luz.

18 octubre de 2009: Primer día completo en esta ciudad. Nos adentramos en la ciudad por el MarienBrücke. Nuestra primera parada sería la Kreuzkirche, pero antes nos tropezamos con un mercado al aire libre, el Hanse-Markt, ¡me encanta Alemania!. Kreuzkirche destaca, sobre todo, por las vistas que tiene desde lo alto de la torre (mejor si el día está despejado, pero aún así bonitas vistas).


Vistas desde Kreuzkirche
Muy cerca de la iglesia se encuentra el Rathaus (Ayuntamiento) y su plaza. En el ayuntamiento destaca su gran torre.


Rathaus y la plaza

También se puede subir a la torre, pero como nosotros ya habíamos subido a una, y el tiempo tampoco acompañaba, no subimos, pero sí la vimos por fuera.


Torre del Ayuntamiento

De ahí, seguimos hacia la Frauenkirche. La iglesia por dentro es una belleza, fue destruída durante la guerra y reconstruída posteriormente.



Frauenkirche
Hay que echar un vistazo a la plaza que está a sus pies, pues la rodean edificios muy bonitos. 
Seguimos por la Münzgasse donde tras una escalinata se encuentra la Terraza Brühl, por un lado se ve la iglesia y las calles llenas de vida.


Münzgasse con Frauenkirche al fondo

Y, por el otro lado, se tiene una gran panorámica del río Elba y el puente de Augustubrücke. Siguiendo paralelos al río, se llega a la Katholische Hofkirche, donde no sólo destaca la iglesia, sino toda la plaza Schlossplatz.


Katholische Hofkirche

Esta plaza comunica con la plaza de la Iglesia Frauenkirche y por la calle que comunica ambas plazas se puede ver el Fürstenzug (Desfile de los Príncipes).


Desfile de los Príncipes
Desde ahí se llega a la TheaterPlatz.


TheaterPlatz

Momento ideal para reponer fuerzas en el Hanse-Markt.

Comida típica alemana
Con el estómago lleno, nos disponemos a visitar el Palacio de Zwinger, gratuito e impresionante.


Palacio de Zwinger

Palacio de Zwinger
Vistas desde la zona superior del Palacio de Zwinger

De ahí al Jinete Dorado.


Jinete Dorado

19 octubre de 2009: Hoy el día empezaría en Alter Jüdischer Friedhof, antiguo cementerio judío. No es tan sobrecogedor como el de Praga.
Posteriormente, pasaríamos a temas más alegres, y nos dirigimos hacia La Lechería más hermosa del mundo (así se definen), no se pueden hacer fotos en su interior, pero realmente sí es bonita. Se encuentra en el número 79 de la calle Bautzner, y se llama Pfund.

Lechería Pfund
Y tras degustar la leche, nos dirigimos a la Martin-Luther-Kirche.


Martin-Luther-Kirche


Y como ya nos prometimos el primer día, había que ver con luz el Kunsthof Passage.


Patio amarillo

Patio de los elementos

Patio de la luz

Patio de los animales

Patio de las criaturas míticas
De vuelta otra vez al casco histórico, volvíamos a la Terraza Brühl y esta vez nos deteníamos en el Brühlschen Garten, y nos deletáibamos por última vez del maravilloso centro histórico de Dresden. Al atardecer, nos dirigíamos a la orilla del Río Elba, a disfrutar de la puesta de sol sobre la ciudad, ¡precioso!


Vistas de Dresde desde la orilla del Elba

Y ya de noche, una vuelta por la ciudad para observar los monumentos con la iluminación nocturna, no decepciona.

Dresden de noche


20 octubre de 2009: Y nuestro viaje ya tocaba a su fin, tren de regreso a Praga y vuelo de vuelta a Madrid.