sábado, 10 de octubre de 2015

Japón II parte: Hiroshima, Miyajima e Himeji

Seguimos narrando nuestro estupendo viaje por Japón: 
 
Sábado 10 de octubre: Hoy dejaríamos atrás Kyoto y pondríamos rumbo a Hiroshima, trayecto cómodo en tren bala. Nada más llegar a la estación de Hiroshima, buscamos las taquillas para dejar el equipaje. Y luego es tomar los tranvías 2 ó 6 hasta la parada "Genbaku Domu mae (Cúpula de la bomba atómica)". El trayecto es de unos 15 minutos.
Genbaku Domu
 Una vez en el Parque, la visita empieza por el único edificio que quedó en pie tras la bomba atómica y desde allí se entra al parque propiamente dicho donde se pueden ver los diferentes monumentos conmemorativos. Entre ellos la Campana de la Paz (se puede tañer), el Túmulo Commemorativo, el Monumento Infantil de la Paz, los árboles del Fénix, etc. Lo de mayor interés son el Cenotafio y la Llama de la Paz. En el otro extremo del parque se encuentra el Museo de la Paz. Nosotros preferimos no entrar.
Cenotafio

Llama de la Paz
Desde el parque, a unos 15 minutos andando está el Castillo de Hiroshima. El castillo se visita gratuitamente y sólo se paga por subir a la torre que se encuentra separada del castillo. Camino de la torre, hay un santuario donde nos encontramos con una boda japonesa, muy curioso. Si no se va a ir a Himeji puede estar interesante echar un vistazo, pero si no, se puede prescindir de esta visita.
Castillo de Hiroshima
Con esto, ya dábamos por visitada Hiroshima. Para volver, hay que volver a tomar el tranvía 2 ó 6. Recogimos las maletas de las taquillas de la estación  de Hiroshima y tomamos el tren hacia Miyajimaguchi. El trayecto es de unos 30 minutos.

Ya en la estación de Miyajimaguchi hay que seguir los carteles que indican dónde coger el ferry que va a la isla. Para ir allí, hay dos empresas pero sólo la JR-Miyajimaferry está incluída con el JR Pass. El ferry tarda sólo 10 minutos en llegar a la isla.

Ya llegando a la Isla se puede ver el Torii de entrada al santuario con un reguero de gente alrededor (si la marea lo permite).

Llegando con el ferry a Miyajima
Una vez en tierra, nos encaminamos a nuestro hotel a dejar las maletas. Aquí también se pueden disfrutar de los ciervos en libertad. El hotel elegido fue el New Kotobuki. Un hotel regentado por una pareja muy amable y con suficiente nivel de inglés. Las habitaciones son típicas japonesas pero con cama occidental, muy cómoda. 

Dejadas las maletas, nos encaminamos a visitar la principal atracción, el Santuario Itsukushima. Primeramente, nos acercamos a pie a ver el Torii, que es enorme visto de cerca. Curioso cómo los japoneses dejan ofrendas en cualquier sitio.
Torii

Ofrendas
Tras el torii nos dirigimos al propio santuario (de pago)
 
Santuario Itsukushima

Tras la visita, nos encaminamos al Monte Misen, comprando antes unos cuantos pinchos de carne a la brasa en uno de los tenderetes. Para ir al monte, tomamos el autobús gratuito que te lleva a la estación del teleférico (o se puede ir andando) y compramos los billetes de ida y vuelta para el mismo.

En la estación destino, existe un observatorio a escasos metros. Pero para llegar al cima propiamente dicha, es un trayecto de una media hora de descenso y luego ascenso. Se pueden disfrutar de unas bonitas vistas y de algún pequeño templo por el camino.
Vistas desde la cima del Monte Misen

Templo del Amor en el Monte Misen
Tras la visita al Monte, dimos un paseo por el resto de la isla, donde destaca la pagoda de cinco pisos. Tras el paseo, volvemos al hotel a descansar un rato y arreglarnos para ir a cenar. Tras lo cuál, muy recomendable un paseo hacia el santuario, con la bonita iluminación del paseo, del torii y del santuario. Además con la tranquilidad de que la mayoría de los turistas o se han ido o están en sus hoteles.   
Atardecer en Miyajima
Atardecer en Miyajima
En la isla también se puede ver la pala de arroz más grande del mundo, curioso.
Pala de arroz
Y con esto nos dispusimos a disfrutar de un té en nuestra habitación japonesa con nuestros yukatas. Muy auténtico. 

Domingo 11 de octubre: Hoy iríamos a visitar Himeji, antes de ir a Tokyo. Para ello, tomamos el ferry de vuelta hasta Miyajimaguchi y, desde allí, el tren bala hasta Himeji.
Llegamos a la estación sobre las 11 A.M y pudimos dejar las maletas en los las taquillas (hay en varios sitios pero están bastante solicitadas). También existen taquillas en el castillo. Si se va a dejar equipaje, recomendable llegar pronto para no tener problemas.

Desde la estación ya se ve el Castillo al fondo y el camino son unos 10 minutos hasta llegar a él. Recomendable no pararse a hacer fotos antes de ver el interior, pues la gente se va acumulando en la cola de entrada. La visita al interior merece la pena, pero puede ser bastante agobiante por la multitud de gente que está en su interior. Hay que armarse de paciencia. El interior desmerece un poco por la cantidad de gente, pero es recomendable, así como las vistas desde el interior.
Vistas desde el interior del Castillo
 El Castillo es realmente impresionante. La visita suele rondar las 2 ó 3 horas.
Edificio principal del Castillo de Himeji
De camino a la estación, entramos en un supermercado para comprar algo de comida para el tren. Y con esto, recogíamos nuestras maletas de la taquilla y nos poníamos rumbo a Tokyo, donde llegaríamos cerca de las 19:00. 

Una vez en la estación central de Tokyo, nos dirigimos a la estación más cercana a nuestro hotel (Kanda). Sin mucho más tiempo para turismo, dedicamos lo poco que quedaba de día para hacer el check-in, comprar en el supermercado aprovisionamiento para nuestra estancia en Tokyo e irnos a cenar. Mañana tocaba ir a ver al Fuji y madrugar bastante.

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